miércoles, 17 de octubre de 2012

CAPÍTULO 55: NO LO ENTIENDES


Llegamos a Madrid sobre las nueve y media y noto como me zarandea el brazo un poco en el coche. Me despierto frotándome los ojos, como siempre hago, y sonríe, como siempre hace.
-¿Ya hemos llegado? –Miro a mi alrededor ubicándome y me siento bien-.
-Sí. ¿Quieres que te deje en casa o vienes conmigo?
-Déjame en casa mejor, así veo a mis padres y deshago la maleta…
Dicho  y hecho. Pone rumbo a Vallecas y me deja en mi casa. Llamo a Anna y estoy un rato hablando con ella de tonterías, pero antes de colgar me dice que al día siguiente tiene que hablar conmigo y me pongo a imaginarme de todo tipo de cosas que puede decirme…
La curiosidad y el cansancio me pueden y acabo quedándome dormida en el sofá viendo la tele.

Al despertarme la mañana siguiente cojo mi coche y voy a plató. Cuando llego están los que ya han llegado en Flocución, así que voy para allá.
Solo están Anna, Flo y Dani, así que me siento en el sofá con Anna después de saludarles a los tres con un abrazo.
Me recuesto en el sofá y suspiro. Flo se ríe y me pellizca el brazo.
-¿Qué te pasa a ti hoy?
-Que estoy agotada… No veas la guerra que dan mis primos pequeños, y han sido cuatro días enteros.  –Dani se ríe por lo bajo y sonrío-.
-¿¡Tía, y esto!? –Dice Anna cogiendo el colgante que me regaló Dani-.
-¿Te gusta? Me lo regalaron por mi cumple. –Sonrío al recordar esa noche y miro a Dani de reojo. Me llega un whatsapp y saco el móvil para mirarlo justo cuando veo que Dani guarda el suyo. Sonrío y lo abro-.

“Buenos días, princesa… Mientes muy bien, por cierto ;)” Giro disimuladamente el móvil para que Anna lo lea y se ríe. Me coge del brazo para que me levante y agarro mi bolso.
-Nosotras nos vamos, que tengo que hablar con Cris. Sed buenos, eh. –Se ríen, nos despedimos de Dani y Flo y vamos a mi camerino-.
-Dime de qué tenías que hablar conmigo, que me tienes toda la noche intrigada. –Sonrío y nos sentamos en el sofá-.
-Pues a ver… Yo volví de Barcelona el viernes, y quedamos algunos del equipo para tomar un café. Me dijeron que te llamara y tal, pero como sabía que estabas con Dani ni lo hice, les dije a todos que Dani estaba en León y tú en la parcela con tu familia, y se lo creyeron. El caso es que cuando todos empezaron a irse nos quedamos Flo y yo solos, y me preguntó si estabas bien, entre lo del accidente, que ve que comes muy poco y que él sabe que Dani y tú os queréis. Le dije que no se preocupara porque tenías a Dani como amigo, pero Cris, yo no sé cuánto tiempo más debéis llevar esto en secreto… -Agacho la cabeza y noto como se me humedecen los ojos-.
-¿Y qué alternativa tenemos? –Caen las primeras lágrimas por mis mejillas y Anna me coge la mano-.
-No sé, Cris… Pero a ver. Realmente, el problema es de los jefes de arriba, no de Flo. Él no quiere que estéis juntos por ellos, para no defraudarlos, pero creo que estaría bien que se lo contarais, más que nada por vosotros, y porque no se merece que le mintáis…
-Pues claro que no se lo merece, Anna, pero ¿y si no se lo toma bien? Puede despedirnos. Y yo soy prescindible, pero Dani, Flo y tú no. Si despide a Dani el programa se va a la mierda. –Rompo a llorar y Anna me abraza-.
-Eh, aquí nadie es prescindible ¿vale? No digas eso…
-Ojalá pudiera ser todo más fácil, pero no quiero que por una tontería nuestra el programa se vaya a la mierda, Anna.
-¿Pero qué dices, tía? Esa es la parte que tú no entiendes. –La miro aún llorando sin entender nada-.
-¿Cómo?
-“Una tontería nuestra”. Es que, Cris, no es una tontería vuestra, es vuestra relación, os habéis enamorado y eso es de las pocas cosas que no se pueden evitar, y Flo segurísimo que lo entiende. Mi consejo es ese, que deberíais intentar hablar con él. Hay cosas que perder, pero también hay mucho que ganar…
-Vale… ¿pero y si Dani no quiere?
-Dani quiere lo mejor para ti, cariño, y que tengáis que estar continuamente disimulando no es bueno ni para él, ni para ti, ni para tu salud. Aún no estás bien completamente, te lo recuerdo. –Suspiro y me seco las lágrimas-.
-Y Anna, tengo que contarte una cosa…
-Tú dirás. –Sonríe y me coge la mano-.
-No me ha bajado la regla, tengo un retraso de más de dos semanas… -Abre los ojos como platos-.
-¿Pero te has hecho el test de embarazo?
-No… Estoy acojonada, Anna.
-¿Habrás hablado con Dani, verdad? –Agacho la cabeza y me muerdo el labio- Joder Cris… Tienes que decírselo, cuanto antes mejor, y cuanto antes te hagas la prueba antes sales de dudas.
-Tengo mucho miedo… ¿Y si me deja? ¿Si se acojona y quiere salir corriendo?
-Cris, Dani no va a hacer eso. Te quiere, joder. Va a estar a tu lado.
-Ya, pero…
-Nada de peros, hoy mismo quiero que se lo digas ¿me oyes? No es algo con lo que jugar. Además, ya verás como al final se queda en un susto, que a todas nos ha pasado algo así.
-Pues hablaré con él… Muchas gracias Anna, de verdad. –La abrazo y justo cuando va a empezar a hablar entran Dani y Flo haciendo una broma, pero se les borra la sonrisa cuando ven que he estado llorando-. 

domingo, 7 de octubre de 2012

CAPÍTULO 54: UN PAR DE TONTOS


Maletas hechas, todo recogido y ganas de quedarme allí a vivir con él.
-Pequeña, ¿lo tienes todo? –Agacho la cabeza y suspiro-.
-Sí…
-Ei, ¿qué pasa? –Me acaricia los hombros y me levanta la cara-.
-Que no me quiero ir, jo. –Sonríe y me abraza estrechándome contra su pecho-
-Yo tampoco, pero pronto haremos otro viaje juntos, te lo prometo.
-Vale… Me lo has prometido, eh. –Levanto la cara sin separarme de su abrazo y sonrío un poco- Ahora me va a costar mucho dormir solita.
-Bueno, ahora tienes una llave de mi casa, así que cuando no quieras estar sola, ya sabes donde encontrarme. A no ser que esté por ahí de fiesta emborrachándome y llene la casa de tías, claro… -Me río pegándole en el brazo-.
-Qué tonto eres. No me digas esas cosas…
-Lo de la llave sí iba en serio, eh.
-Ya lo sé. –Rozo mis labios con los suyos y le dejo un beso suave- Vámonos, anda, que no quiero llegar muy tarde a Madrid.
-Sí, vamos. –Sonríe y salimos de allí-.

Conduzco yo las dos primeras horas y él las dos últimas, y así los dos tenemos tiempo de descansar un rato. Entramos a una zona de la carretera en la que no hay cobertura y la radio no se escucha, así que pongo el disco de Supersubmarina y canto bajito las canciones golpeando el volante al ritmo de la música.
Dani se ríe y me mira y bajo un poco el volumen.
-¿Qué pasa?
-Nada, que me encanta verte tan contenta. –Sonrío y sigo cantando fijándome en la carretera. Noto que Dani sigue mirándome y me pongo nerviosa-.
-A ver Dani, ¿qué quieres? Desembucha, chico.
-Es una tontería…
-Bueno, me he acostumbrado a escuchar tus tonterías. Va, dímelo.
-En verano, cuando no estábamos juntos…
-¿Sí…?
-Tú y Chino… -Suelto una pequeña carcajada y se lleva las manos a la cara avergonzado- Da igual, no me contestes si no quieres.
-No seas tonto. –Me paro en un semáforo y me giro para mirarle- Claro que te contesto. Cuando me dejaste en verano hacía unos dos meses que me habías presentado a Chino ¿no?
-Sí, más o menos.
-Bueno… El caso es que venía a verme al hospital a veces cuando no estaba de gira y estuvo a mi lado apoyándome. Cuando me dieron el alta quedamos varias veces y sí, intenté estar con él, pero no podía. Mi cabeza me decía que me gustaba, que podríamos ser felices juntos, pero en el fondo sabía que mi corazón estaba aquí –le señalo su pecho y sonríe como un tonto- O sea, que no, no hubo nada importante entre nosotros, pero nos besamos. –Arranco de nuevo al ver el semáforo en verde-.
-Gracias… -Sonrío y le miro de reojo-.
-Y ya que estamos aquí confesando… Yo no voy a dar tantas vueltas… ¿Qué tuviste con Lara Álvarez? –Da un respingo en el asiento sorprendido y sigo mirando a la carretera-.
-A Lara la conocí en la radio un día, y como teníamos amigos en común nos vimos varias veces. Me lié con ella, pero cuando íbamos a ir a más siempre aparecías tú en mi cabeza, tu risa, tu olor, todo… Así que también me di cuenta de que iba a ser imposible enamorarme otra vez. De hecho, no creo que me enamore nunca más. Dicen que el amor verdadero solo se siente una vez, ¿no? Pues yo sé que es esta. –Sonrío y le pongo la mejilla para que me dé un beso-.
-Mejor… -Se ríe y me mira-.
-¿Por qué lo dices?
-Nada, da igual.
-No, ahora lo dices tonta, venga.
-Nada, que la Lara esa tiene una pinta de guarra que no puede con ella. –Se empieza a reír a carcajadas y sonrío- Eh, que es verdad… Esa empezó a chuparla a los doce años. –Se ríe más fuerte y le doy en el brazo- Cállate ya, pesado…
-Madre mía… ¿Cómo se te ocurren esas cosas? –Me río y le miro-.
-Pero si es verdad… Tiene cara de guarra.
-Es buena chica, no sé, es un poco flipada. –Me coloco bien en el asiento-.
-Vaya par de tontos, eh… Uno por cada lado intentando liarse con otras personas.
-Pues sí… Pero bueno, lo importante es que ahora estamos juntos y que esto no tiene fecha de caducidad. Infinito elevado al infinito, ¿no, pequeña?