Ocho de octubre, el gran día había llegado. Todo era
una mezcla de nervios, miedo al rechazo, pero sobretodo ganas, muchas ganas.
Tenía miedo de lo de siempre. De los insultos, de las
críticas, de subirme al escenario y que nadie aplaudiera o cosas así. Sabía que
tenía mucha gente apoyándome pero había otro grupo que me odiaba sin yo haber
hecho nada… Pero no quería pensar en cosas tristes.
Me levanté a las siete y me fui con mi coche a los
estudios, cuando llegué solo estaban allí Flo y Berni, y a los quince minutos
más o menos llegó Raúl con Anna y Moni con David y Meri. Nos pusimos todos a
hablar y a las ocho menos cuarto Dani era el único que faltaba.
Flo le llamó varias veces y Anna también, pero no
cogía el móvil. Después Flo se me acercó preocupado.
-Cris, ¿por qué no le llamas tú? –Le miré sorprendida
pero igual de preocupada-.
-¿Yo?
-Sí, tú. –Me apartó un poco de los demás- No podemos
negar lo evidente… A ti te lo va a coger, llámale por favor. –Sonreí de lado y
saqué mi móvil-.
Uno, dos, tres tonos… Nada, tampoco lo cogía. Volví a
insistir y al fin contestó a la llamada.
-¿Dani, dónde estás? Están todos esperándote. –Todos
me miraban sonriendo porque había cogido el móvil pero a mí se me borró la
sonrisa- ¿Qué? ¿Qué ha pasado? ¿Pero está bien? /…/ Joder, bueno, vale. No
conduzcas rápido y no estés nervioso, que hay tráfico. Hasta ahora, Dani.
Al colgar se me escapó una lágrima que me quité
rápidamente pero todos me rodearon preguntando qué pasaba. Empecé a marearme y
me senté en el muro de la entrada, Anna se sentó a mi lado y conseguí hablar.
-Es Nacho, algo de un accidente en moto, no me he
enterado bien, pero Dani está muy nervioso. –Anna me abrazó al saber lo que pasaba.
Ella era la única que sabía lo mío con Dani y lo bien que me llevaba con mi
cuñado-.
A los diez minutos de esperar allí llegó Dani. Tenía
los ojos rojos y saludó a Flo con un abrazo rápido, demasiado quizá, y vino
hacia mí corriendo, literalmente, bajo
la atenta mirada de todos. Cuando llegó a donde estaba me levanté y nos
fundimos en un abrazo eterno. De esos abrazos de los que nunca quieres
separarte, que nunca quieres olvidar, y ahí en su hombro no pude evitarlo y
rompí a llorar, esto hizo que me abrazara más fuerte y me acariciara el pelo
intentando consolarme, cuando debería ser al revés.
Nos separamos y me cogió la cara mirándome a los
ojos. Me moría de ganas de besarle, pero era consciente de que no podía.
-¿Qué ha pasado? –Hablé con un hilo de voz- ¿Cómo
está?
-Está bien, ya está en casa, así que tranquila ¿vale?
-Prométemelo.
-¿Cuándo te he mentido yo?
Sin importarme que siguieran mirándonos volví a
abrazarme a su cintura escondiendo mi cabeza en su pecho y me dio un beso en la
cabeza. Entonces recordé las palabras de Flo: “no podemos negar lo evidente”, y
me di cuenta de lo que significaba. Aunque Dani y yo no estuviéramos juntos (o
eso creían todos), todo el mundo sabía que nos queríamos y que seguíamos
enamorados, y en momentos como este lo notaron. Así que no mentíamos, sólo
contábamos la verdad a medias. Pero Flo no nos dijo nada en ese momento. ¿Qué
iba a hacer? Yo estaba destrozada. Le había cogido un cariño increíble a Nacho
y no quería que le pasara nada malo.
Subimos al autobús a las nueve y Dani se sentó a mi
lado en los asientos de atrás. Acabé quedándome dormida en su hombro. Él apoyó
su cabeza sobre la mía durmiéndose también y entrelazó nuestros dedos sin darse
cuenta, como en un acto reflejo.
Supongo que Dani se despertaría antes y se iría para
adelante, porque cuando me despertaron al llegar a Castellón estaba apoyada en
la ventana. Mientras el conductor buscaba aparcamiento Flo se sentó a mi lado.
-¿Estás mejor?
-Sí… Es que antes me he agobiado y bueno, que…
-Cris. Que no te preocupes, yo te entiendo, os
entiendo. –Asentí sonriendo y me pellizcó la mejilla-.
-¿Sabes si Dani ha hablado con Nacho?
-Creo que sí, y está en casa perfectamente, solo ha
sido un susto. No tienes de qué preocuparte.
-Vale… Gracias Flo. –Sonreí y bajamos del autobús
cogiendo las maletas. Dani me hizo un gesto como diciéndome que todo estaba
bien y sonreí tranquila-.
Llegamos más o menos a la hora de comer pero yo no
tenía hambre, para variar, así que intenté que Flo me dejara irme a hacer un
pequeño reportaje. Accedió pero le dejé allí discutiendo con Dani porque él decía
que tenía que comer, pero Flo le quitaba importancia, como es normal, puesto
que él no sabía nada de mi enfermedad.
Al rato me llegó un whatsapp de Dani: “no vuelvas a hacerme esto, sabes que tienes
que comer. Al final le voy a acabar contando todo a Flo”
No le contesté y seguí con mi reportaje. Cuando nos
avisaron de que nos quedaba poco para empezar el “espectáculo” nos dirigimos
allí y me puse en las escaleras que subían al escenario para esperar. Dani se
acercó y me acerqué a su oído para hablarle porque con la música no se
escuchaba nada.
-Lo siento por lo de antes.
-No pasa nada, pero entiéndeme… Luego me encargaré de
que cenes, eh.
-¿No estás enfadado?
-No, pero no lo hagas más. –Asentí con la cabeza y le
llamaron para subir. Me guiñó un ojo y subió al escenario-.
Nos fueron llamando uno a uno y fue todo un éxito,
mis miedos desaparecieron por completo y disfruté al máximo. Solo esperaba
poder estar un rato a solas con Dani cuando acabara todo y la gente se
dispersara un poco.
Fuimos a cenar todos juntos y Dani se sentó a mi lado
para obligarme a terminarme toda la comida, Flo nos estuvo mirando y luego se
acercó a mí para preguntarme si tenía algún problema con ese tema. Le dije que
no, que no se preocupara, y terminó aceptando no muy convencido.
Cuando llegamos al hotel me tumbé en la cama agotada.
Compartía habitación con Anna pero ella aún no había llegado, estaba abajo
tomando copas con Raúl, que dormía con Dani.
Al rato vi como colaban una nota por debajo de la
puerta y fui a cogerla. “Ve en diez minutos a la puerta trasera del hotel,
quiero estar contigo un rato a solas, peque. D.”
no pueden ser más bonitos. A veces por más que lo intentes los sentimientos de se escapan, la persona que quieres lo está pasando mal y sin más la abrazas olvidandote del mundo, olvidando que nadie sabe que estáis juntos, olvidando que nadie puede saberlo. Pero como bien dice Flo "no podemos negar lo evidente" ellos se quieren.
ResponderEliminarganas de que esten juntos y ver como termina el viaje a Castellón!!
te quiero!
Bueno, bueno, bueno... hay unos cuantos caps por comentar y solo puedo decir una cosa... son puro amor.
ResponderEliminarme encanta, me encanta desde el minuto uno esta historia y la verdad es que echaba de menos leerla!
Voy a ir comentando los caps por partes, adoro como se quieren a escondidas y adoro como se preocupan el uno del otro, lo que hacen por su amor y me encantan esos momentos de los dos, ese quedate a dormir... me encanta como Dani quiere que Cris sea la madre de sus hijos, me encanta el simple hecho de que le prepare un cola cao caliente, me encanta su amor, me encantan ellos.
y sobre este cap solo puedo decir que me ecanta como enlazas todo esto con lo de castellon, me ha dado mucha penita lo de Nacho pero ha servido para que todo el mundo se de cuenta de ese amor y que con eso les dejen ser felices tranquilamente sin tener que esconderse.
me encanta todo, me encanta como escribes, adoro leerte y te quiero princesa!
Lo primero pedirte perdon porque estos dia estuve de vacaciones y te tengo un poco abandonadilla pero ya me estoy poniendo al dia :)
ResponderEliminarAdoro como se quieren y se cuidan el uno al otro,me ha dado mucha pena lo de Nacho y me alegro que no haya sido nada grave.
El momento en que Flo le dice a Cris "no podemos negar lo evidente" me ha parecido magico.
Me encanta como Dani la cuida y se preocupa de que coma y este bien!
Tu historia es tan perfecta!!!