-Cris, despierta, son las
diez… Llegamos tarde –me giro en la cama y escondo la cabeza bajo la almohada-.
-Un ratito más… Solo cinco
minutos… -se ríe y empieza a hacerme cosquillas en el cuello- Ay, Dani, para…
-me estremezco y me giro agarrándome a su cintura- No quiero ir a trabajar, no
quiero decirle a Flo nada, no quiero hacerme el test, quiero quedarme aquí todo
el día, contigo.
-Va, chiqui, seguro que Flo
se lo va a tomar genial, le conocemos y sabemos cómo es –sonríe tiernamente y
me da un beso en el pelo antes de pasarme mi ropa interior- Venga, vístete, que
llegamos tarde, pesadita.
Me levanto refunfuñando y me
meto al baño a vestirme y arreglarme un poco mientras Dani prepara el desayuno.
Me miro al espejo y siento que el miedo me oprime el pecho, pero sé que
contarle lo nuestro a Flo es lo mejor.
Coloco una mano en mi
abdomen y respiro hondo. La prueba de embarazo. Parece que se ha juntado todo
de repente después de mi cumpleaños…
Voy hacia la cocina ya
preparada y sonrío al ver a Dani intentando sacar sin mucho éxito el pan del
tostador. Me acerco y le abrazo por la cintura, él sonríe y me acaricia los
brazos antes de girarse y darme los buenos días como dios manda.
-Te quiero tonto –sonríe
dejando un suave beso en mis labios y le revuelvo el pelo ya más tranquila-.
Desayunamos sin demasiada
prisa sabiendo que vamos a llegar tarde igualmente, y a los veinte minutos ya
estamos montados en el coche rumbo a Antena 3.
Al llegar allí el parking
está ya casi lleno y Dani me deja en la puerta para que vaya entrando mientras
él busca dónde aparcar. Comienzo a caminar hacia la puerta cuando noto que
alguien me agarra fuertemente del brazo y me gira hacia él. Miguel.
Quiero gritar, dar patadas,
intentar soltarme de su mano que me oprime el brazo con tanta fuerza que siento
que no me llega la sangre a la mano; pero en cambio me quedo estática, le miro
a los ojos y empiezo a llorar en silencio. Siento como si todo volviera a
empezar, y no veo a Dani por ningún lado.
-Llevo muchos meses
escondiéndome solo porque tus amiguitos llamaron a la policía con una orden de
busca y captura –se me acelera el pulso y hago una mueca de dolor- ¿y
sabes qué? Que tú vas a pagar por ellos,
y cuando seas un puto recuerdo ellos también lo serán.
-Miguel, no… Me haces daño,
por favor…
-Y más que te voy a hacer, niñata asquerosa.
De pronto, reacciono.
Empiezo a gritar como una
loca llamando a Dani, esto hace que me agarre más fuerte pero yo sigo gritando.
En ese momento, como de la
nada, aparece Dani corriendo.
-¡Suéltala, hijo de puta, o
te juro que te mato! –me agarra más fuerte y me retuerzo de dolor- ¡Miguel!
–Dani llega hasta nosotros y se quedan cara a cara-
Del edificio salen Flo y
Anna alterados por los gritos, y Anna se lleva una mano a la boca comprendiendo
todo al instante.
-¿No te has enterado aún, o
qué? Ella es mía –dice Miguel recalcando la última palabra- y si no está
conmigo, no va a estar con nadie.
Se me nubla la vista y caigo
al suelo cuando Miguel me suelta, y cuando reacciono tras el golpe veo a Dani
en el suelo encima de Miguel pegándole fuertemente en la cara. Anna me ayuda a
levantarme del suelo y Flo intenta separarles agarrando a Dani de la cintura.
-Diles que paren, se van a
matar, por favor, que paren… -Hablo con un hilo de voz y Flo consigue separarles-.
-Entérate, pedazo de hijo de
puta, Cris y yo estamos juntos, y ella nunca ha sido tuya y nunca va a serlo.
Siempre vas a perder, en la vida va a estar contigo, tuviste una oportunidad y
la cagaste, nunca la has querido y yo la voy a querer toda mi puta vida, así
que déjanos en paz y aléjate de ella de una jodida vez. –Dani le habla a
Miguel, o más bien le grita, diciendo todo esto con Flo justo detrás de él-
Largo de aquí. Ya.
Salen dos hombres de
seguridad y esposan a Miguel para meterlo en un coche de policía.
Dani se gira y mira a Flo a
los ojos. Tras un leve “lo siento” viene corriendo hacia mí. Anna me suelta y
rompo a llorar cuando él me estrecha contra su pecho. Sabiendo que Miguel
estaba en busca y captura, los dos estábamos tranquilos, pero no sabíamos si le
habían encontrado o no. Se supone que ahora sí que ha acabado todo… Se supone.
Intento parar de llorar pero
no puedo, y cuando comienzo a marearme me tiemblan las rodillas y me fallan las
piernas. Dani me sienta en los escalones de la entrada y me agarra la cara
obligándome a que le mire.
-Cris, vamos, ya sabes como
va esto. Mírame a los ojos, no los cierres –pero yo siento que no tengo fuerza
ni para mantener los ojos abiertos- Cristina, joder, mírame, vamos… -hago un
esfuerzo sobrehumano cuando escucho que Dani empieza a llorar y le aprieto
flojo la mano. Él me aparta el flequillo de la cara y sonríe- Venga Cris, que
lo estás haciendo muy bien, mi niña, tú puedes. Ya ha terminado todo, venga…
Respiro hondo dos veces y
consigo mirar a Dani a los ojos. Acto seguido le abrazo escondiendo mi cabeza
en su cuello y noto como Flo y Anna se relajan también.
Al final, nada ha salido
como esperábamos. Flo no tendría que haberse enterado así de lo nuestro y no
nos creería si le decíamos que precisamente hoy íbamos a contárselo. Como si me
estuviera leyendo el pensamiento, escucho como Anna habla con él.
-Iban a decirte justo hoy
que estaban juntos, Flo, en serio, y ha aparecido ese gilipollas y lo ha
fastidiado todo… -Anna se altera y Flo la tranquiliza-.
-Tranquila Annita, está todo
bien –sonrío al escucharlo y me separo lentamente de Dani-.
-¿Te ha pegado? –no me sale
la voz del cuerpo y Anna se acerca para acariciarme la espalda-.
-Estoy bien, pequeña, él ha
salido peor parado, te lo aseguro. Déjame ver el brazo –me lo cubro con la
chaqueta y niego con la cabeza. No quiero dar más problemas-.
Flo se acerca a nosotros y
me descubre el brazo.
-Va, Cristina, déjale ver
–me quito la manga de la chaqueta y dejo al descubierto un moratón desde el
hombro casi hasta el codo. Dani me roza suavemente la piel con dos dedos y me
mira-.
-¿Es peor que el de la otra
vez, no? ¿Cómo voy a salir en directo así? –Dani niega con la cabeza y me
agarra las manos-.
-No pienses tanto en el
trabajo, anda… Y sí, creo que este está peor que el de la otra vez.
-¿Ha habido más veces? –Flo
me pregunta con cara de padre preocupándose por su hija pequeña y asiento
despacio con la cabeza-.
-¿Estás bien? –niego a Dani
y comienzo a llorar otra vez. Me levanta en brazos y coge mi bolso del suelo-
Flo, me la llevo a casa y vuelvo en seguida para hacer el programa.
-Vale, sin problema, tened
cuidado, por favor…
Dani me mete en el coche y
me besa suavemente la mejilla. Yo hago una mueca de sonrisa y cierro los ojos intentando
relajarme…
Cuando vuelvo a despertarme
son las siete de la tarde y estoy en casa de Dani con mi pijama y tapada con
quinientas mantas, y él está sentado a mi lado en la cama leyendo un libro.
-¿Llevas aquí toda la tarde?
–Se asusta cuando le hablo al no saber que estaba despierta y me acomodo en su
pecho-.
-No me he separado de ti ni
un minuto, princesa. –Sonrío y vuelvo a quedarme dormida, esta vez mucho más
cómoda que la anterior-.