lunes, 18 de marzo de 2013

CAPÍTULO 59: LO SIENTO.


-Cris, despierta, son las diez… Llegamos tarde –me giro en la cama y escondo la cabeza bajo la almohada-.

-Un ratito más… Solo cinco minutos… -se ríe y empieza a hacerme cosquillas en el cuello- Ay, Dani, para… -me estremezco y me giro agarrándome a su cintura- No quiero ir a trabajar, no quiero decirle a Flo nada, no quiero hacerme el test, quiero quedarme aquí todo el día, contigo.

-Va, chiqui, seguro que Flo se lo va a tomar genial, le conocemos y sabemos cómo es –sonríe tiernamente y me da un beso en el pelo antes de pasarme mi ropa interior- Venga, vístete, que llegamos tarde, pesadita.

Me levanto refunfuñando y me meto al baño a vestirme y arreglarme un poco mientras Dani prepara el desayuno. Me miro al espejo y siento que el miedo me oprime el pecho, pero sé que contarle lo nuestro a Flo es lo mejor.
Coloco una mano en mi abdomen y respiro hondo. La prueba de embarazo. Parece que se ha juntado todo de repente después de mi cumpleaños…
Voy hacia la cocina ya preparada y sonrío al ver a Dani intentando sacar sin mucho éxito el pan del tostador. Me acerco y le abrazo por la cintura, él sonríe y me acaricia los brazos antes de girarse y darme los buenos días como dios manda.

-Te quiero tonto –sonríe dejando un suave beso en mis labios y le revuelvo el pelo ya más tranquila-.

Desayunamos sin demasiada prisa sabiendo que vamos a llegar tarde igualmente, y a los veinte minutos ya estamos montados en el coche rumbo a Antena 3.

Al llegar allí el parking está ya casi lleno y Dani me deja en la puerta para que vaya entrando mientras él busca dónde aparcar. Comienzo a caminar hacia la puerta cuando noto que alguien me agarra fuertemente del brazo y me gira hacia él. Miguel.

Quiero gritar, dar patadas, intentar soltarme de su mano que me oprime el brazo con tanta fuerza que siento que no me llega la sangre a la mano; pero en cambio me quedo estática, le miro a los ojos y empiezo a llorar en silencio. Siento como si todo volviera a empezar, y no veo a Dani por ningún lado.

-Llevo muchos meses escondiéndome solo porque tus amiguitos llamaron a la policía con una orden de busca y captura –se me acelera el pulso y hago una mueca de dolor- ¿y sabes  qué? Que tú vas a pagar por ellos, y cuando seas un puto recuerdo ellos también lo serán.

-Miguel, no… Me haces daño, por favor…

-Y más que te voy a hacer, niñata asquerosa.

De pronto, reacciono. 
Empiezo a gritar como una loca llamando a Dani, esto hace que me agarre más fuerte pero yo sigo gritando.
En ese momento, como de la nada, aparece Dani corriendo.

-¡Suéltala, hijo de puta, o te juro que te mato! –me agarra más fuerte y me retuerzo de dolor- ¡Miguel! –Dani llega hasta nosotros y se quedan cara a cara-

Del edificio salen Flo y Anna alterados por los gritos, y Anna se lleva una mano a la boca comprendiendo todo al instante.

-¿No te has enterado aún, o qué? Ella es mía –dice Miguel recalcando la última palabra- y si no está conmigo, no va a estar con nadie.

Se me nubla la vista y caigo al suelo cuando Miguel me suelta, y cuando reacciono tras el golpe veo a Dani en el suelo encima de Miguel pegándole fuertemente en la cara. Anna me ayuda a levantarme del suelo y Flo intenta separarles agarrando a Dani de la cintura.

-Diles que paren, se van a matar, por favor, que paren… -Hablo con un hilo de voz y Flo consigue separarles-.

-Entérate, pedazo de hijo de puta, Cris y yo estamos juntos, y ella nunca ha sido tuya y nunca va a serlo. Siempre vas a perder, en la vida va a estar contigo, tuviste una oportunidad y la cagaste, nunca la has querido y yo la voy a querer toda mi puta vida, así que déjanos en paz y aléjate de ella de una jodida vez. –Dani le habla a Miguel, o más bien le grita, diciendo todo esto con Flo justo detrás de él- Largo de aquí. Ya.

Salen dos hombres de seguridad y esposan a Miguel para meterlo en un coche de policía.
Dani se gira y mira a Flo a los ojos. Tras un leve “lo siento” viene corriendo hacia mí. Anna me suelta y rompo a llorar cuando él me estrecha contra su pecho. Sabiendo que Miguel estaba en busca y captura, los dos estábamos tranquilos, pero no sabíamos si le habían encontrado o no. Se supone que ahora sí que ha acabado todo… Se supone.
Intento parar de llorar pero no puedo, y cuando comienzo a marearme me tiemblan las rodillas y me fallan las piernas. Dani me sienta en los escalones de la entrada y me agarra la cara obligándome a que le mire.

-Cris, vamos, ya sabes como va esto. Mírame a los ojos, no los cierres –pero yo siento que no tengo fuerza ni para mantener los ojos abiertos- Cristina, joder, mírame, vamos… -hago un esfuerzo sobrehumano cuando escucho que Dani empieza a llorar y le aprieto flojo la mano. Él me aparta el flequillo de la cara y sonríe- Venga Cris, que lo estás haciendo muy bien, mi niña, tú puedes. Ya ha terminado todo, venga…

Respiro hondo dos veces y consigo mirar a Dani a los ojos. Acto seguido le abrazo escondiendo mi cabeza en su cuello y noto como Flo y Anna se relajan también.
Al final, nada ha salido como esperábamos. Flo no tendría que haberse enterado así de lo nuestro y no nos creería si le decíamos que precisamente hoy íbamos a contárselo. Como si me estuviera leyendo el pensamiento, escucho como Anna habla con él.

-Iban a decirte justo hoy que estaban juntos, Flo, en serio, y ha aparecido ese gilipollas y lo ha fastidiado todo… -Anna se altera y Flo la tranquiliza-.

-Tranquila Annita, está todo bien –sonrío al escucharlo y me separo lentamente de Dani-.

-¿Te ha pegado? –no me sale la voz del cuerpo y Anna se acerca para acariciarme la espalda-.

-Estoy bien, pequeña, él ha salido peor parado, te lo aseguro. Déjame ver el brazo –me lo cubro con la chaqueta y niego con la cabeza. No quiero dar más problemas-.

Flo se acerca a nosotros y me descubre el brazo.

-Va, Cristina, déjale ver –me quito la manga de la chaqueta y dejo al descubierto un moratón desde el hombro casi hasta el codo. Dani me roza suavemente la piel con dos dedos y me mira-.

-¿Es peor que el de la otra vez, no? ¿Cómo voy a salir en directo así? –Dani niega con la cabeza y me agarra las manos-.

-No pienses tanto en el trabajo, anda… Y sí, creo que este está peor que el de la otra vez.

-¿Ha habido más veces? –Flo me pregunta con cara de padre preocupándose por su hija pequeña y asiento despacio con la cabeza-.

-¿Estás bien? –niego a Dani y comienzo a llorar otra vez. Me levanta en brazos y coge mi bolso del suelo- Flo, me la llevo a casa y vuelvo en seguida para hacer el programa.

-Vale, sin problema, tened cuidado, por favor…

Dani me mete en el coche y me besa suavemente la mejilla. Yo hago una mueca de sonrisa y cierro los ojos intentando relajarme…
Cuando vuelvo a despertarme son las siete de la tarde y estoy en casa de Dani con mi pijama y tapada con quinientas mantas, y él está sentado a mi lado en la cama leyendo un libro.

-¿Llevas aquí toda la tarde? –Se asusta cuando le hablo al no saber que estaba despierta y me acomodo en su pecho-.

-No me he separado de ti ni un minuto, princesa. –Sonrío y vuelvo a quedarme dormida, esta vez mucho más cómoda que la anterior-. 

sábado, 2 de marzo de 2013

CAPÍTULO 58: FINALES FELICES


Para Arena, por ser siempre 
mi respuesta.

-Cris, despierta, estás soñando... Vamos... -Noto como me zarandean el hombro y abro los ojos jadeando- Solo ha sido una pesadilla, cielo, ya está.

Acto seguido los brazos de Dani rodean mi cuerpo suavemente y yo intento calmarme apoyada en su pecho. Cierro muy fuerte los ojos al recordar de nuevo mi pesadilla y me agarro a su camiseta frunciendo los labios.
Me acaricia el pelo y se tumba de nuevo en la cama conmigo entre sus brazos mientras me besa suavemente la cabeza y me acaricia el pelo.

-Pequeña... ¿estás mejor? -asiento ya más calmada y me aparta el pelo hacia un lado-.

-No quiero que te vayas nunca, pero nunca, nunca... -digo en un susurro provocando su sonrisa-.

-¿Qué pasa? ¿Has soñado que me iba y te dejaba solita? -me separa un poquito de él y me mira a los ojos-.

-Sí, me decías cosas feas y luego te ibas y yo sabía que no ibas a volver... -agacho la cabeza y me limpia una lágrima que cae por mi mejilla-.

-Pues te prometo que eso nunca va a pasar, princesita, ¿cómo te voy a decir yo algo feo? Si eres lo más bonito del mundo -me besa la mejilla muchas veces y acaricia mi cuello con sus labios haciéndome cosquillas-.

-Ay para, para... -me separo riéndome y le miro a los ojos- Tengo miedo, Dani... ¿Hoy vamos a hablar con Flo?

-Y también te vas a hacer el test de embarazo. -Me mira serio y me coge las manos- Pero esto no es como tu sueño, pequeña, yo voy a estar contigo todo el rato ¿vale?

-Te quiero mucho, mucho... -sonríe con ternura y me acaricia la cara suavemente-.

-Y yo te quiero más.

-No, empate.

-No, no, yo más.

-Empate o nada... -sonríe acariciando mi nariz con la suya y asiente-.

-Vale, empate...

Atrapo su labio inferior con mis dientes y lo acaricio con la lengua mirándole a los ojos, sonríe y dejo su labio libre de nuevo para que, posteriormente, junte nuestras bocas en varios besos cortitos.

Cuando  me canso de ese juego le agarro el brazo pegándome a su cuerpo y me tumba lentamente en la cama para quedar encima de mí. Me agarra de las manos con las suyas y me besa tan lento que me hace suspirar.

Comienza a bajar sus besos por el lateral de mi cuello y gira a mi garganta para bajar a mi escote muy, muy despacio. Noto sus besos en mi pecho y le aprieto fuerte las manos dejando escapar pequeños suspiros. Baja sus besos por mi barriga y rodea mi ombligo levantándome un poco la camiseta. Le agarro del brazo para que suba a mi altura y meto las manos debajo de su camiseta para acariciarle el pecho. Cuando se cansa, él mismo se quita la camiseta y me coloca encima.
Me agacho sobre él pero la ropa me molesta. Me incorporo sentándome en su cintura con una pierna a cada lado de su cuerpo y me quito despacio la camiseta para quedarme desnuda delante de él. Se muerde el labio y me agacho de nuevo pegándome a él para abrazarle.

-No me mires así, tonto... -le susurro en el oído y me acaricia la espalda de arriba a abajo riéndose-.

-¿Así, cómo? -me deja un par de besos en el hombro y me aparta el pelo a un lado-.

-Con esa cara... Que me da vergüenza. -Se ríe y nos gira para quedar encima de mí-.

-Será posible... Que ahora no voy a poder ni mirar a mi novia. -Me coge las manos y las sube encima de mi cabeza-.

-¿Tu novia? ¿Quién dices que es? A ver si me la presentas -intenta besarme pero le aparto la cara, me apetece picarle un poco-.

-Pues no sé, creo que es vallecana... -esconde la cabeza en mi cuello y me agarra fuerte las manos- y es muy morena, aunque sea diciembre siempre tiene el mismo color de piel... ¿Te suena? -niego con la cabeza y cierro los ojos al notar sus labios en mi cuello-.

-Ni idea... Dime más cosas de ella. -Se acomoda entre mis piernas y sigue en mi cuello-.

-Tiene unos ojos marrones enormes, que enamoran con mirarlos dos segundos, y el pelo más brillante del mundo. -Sonrío y me muerde suave el lóbulo-.

-¿Y qué más?

-Tiene carita de niña y un cuerpazo increíble -me río y sonríe en mi cuello- y tiene la piel más suave del mundo, cuando me toca puedo tocar el cielo con una simple caricia...

-Dani... -sonrío con los ojos humedecidos y se incorpora para mirarme a los ojos-.

-¿Sabes qué es lo que más me gusta de ella? -roza mis labios levemente y suelta mis manos para pegarme a él de la cintura-.

-¿Qué? -vuelvo a sonreír-.

-Adoro cuando me mira con los ojitos húmedos, se acerca poquito a poco a mí y me dice que me quiere. -Rodeo su cuello con mis brazos y me acerco a su oído-.

-Dile a tu novia, que es la chica más afortunada del mundo por tenerte a su lado, y que no te deje nunca escapar, que esté contigo para siempre.

-¿Para siempre? Eso es muchísimo tiempo... -junto mi frente a la suya al escuchar que pronuncia la frase de una de mis pelis favoritas y sonrío-.

-Para siempre.

En ese momento las nubes se van y en el centro de la ventana se puede ver una enorme luna a la que no le ha dado tiempo a esconderse aún. Nos miramos a los ojos y sobran las palabras, sobran los demás.

-Te quiero, Dani, más que a mi vida. -Sonríe y me acaricia la cara con ternura-.

-Tú eres mi vida, y te quiero cada día un poquito más.

Desliza su mano por mi barriga hasta llegar a mi pecho y me acaricia despacio, con mimo. Clavo las uñas flojito en su espalda y sonríe ante mi gesto, sé que le gusta, ya me lo dijo. Bajo hasta sus calzoncillos y me deshago de ellos en un gesto rápido. Me coloco encima de él y ahora sí, dejo que me mire. Me dejo llevar por la pasión y no me importa nada más, solo estar con él aquí y ahora.

Voy dejando besos suaves por todo su pecho y suspira cuando llego a su parte más sensible. Le beso, le acaricio y juego durante un rato y vuelvo a su altura. Tiene la respiración acelerada y yo sonrío satisfecha. Nos gira para quedar encima y me da un beso rápido en los labios para luego bajar por todo mi cuerpo hasta mi ombligo. Sigue hacia abajo y al llegar a mi ropa interior la desliza con delicadeza hasta que se pierde entre las sábanas. Sigue el juego que yo he empezado y me besa y me acaricia mientras pierdo mis manos en su pelo.

Sube a mi altura y sonrío aferrándome a sus hombros mientras me besa muy despacio, entrelazando nuestras lenguas en un suspiro. Sigue besándome durante varios minutos y me acaricia todo el cuerpo.

Cierro los ojos y suelto un pequeño gemido cuando por fin se adentra dentro de mí. Comienza a moverse y no puedo contener mis pequeños grititos. Le muerdo el labio y me agarro a su cuello. Me hace el amor como nunca, mirándome a los ojos todo el rato y poniendo solo por testigo de nuestro amor a la luna, que brilla más que nunca esa madrugada de noviembre.

Si todas mis pesadillas iban a acabar así, quería soñar cosas feas todas las noches.

lunes, 25 de febrero de 2013

CAPÍTULO 57: MIEDO


-A ver, Dani... Yo estoy genial contigo, adoro que estemos juntos sea como sea, pero... -Me corta y se acerca un poco a mí-.

-Cris...

-No. No es lo que piensas -le cojo una de sus manos con las mías y agacho la cabeza con los ojos llorosos-.

-Venga, me estás preocupando... -levanto la cara suspirando y sonrío amargamente-.

-Que esto se me está haciendo muy difícil, Dani. Demasiadas cuestas arriba. Yo quiero poder disfrutar de ti en todos los sitios sin que nadie me lo impida, y puede que te parezca una tontería, o que te enfades, o yo qué sé... Pero necesitaba decírtelo. Quiero poder darte un beso estando en plató sin que nadie nos mire raro o poder gritar a los cuatro vientos que he pasado el mejor puente de mi vida contigo a mi lado por mi cumpleaños, o que esto -agarro mi pequeño colgante y dejo que salga una lágrima- me lo ha regalado mi novio, y que mi novio eres tú, y que... -Tira suavemente de mí y me acurruca entre sus brazos mientras yo rompo a llorar en su hombro-.

-Te entiendo, pequeña... Pero no sabía que estabas tan mal... -Me acaricia el pelo suavemente tratando de calmarme-.

-Intento ser fuerte, te lo prometo, pero es que a veces...

-Es normal, créeme. Pero no llores, por favor, me destroza verte llorar... -Escondo mi cara en su cuello y suspiro- ¿Qué propones que hagamos?

-Es que no lo sé, por eso quería hablar contigo... -Me separo un poquito de él y me besa tiernamente la mejilla empapada- Anna dice que Flo ya sospecha algo... ¿El problema lo tienen los jefes de arriba, no?

-Exacto. Pero no puedo verte mal, hablaré con Flo de esto.

-Yo había pensado que podríamos hablar los dos con él... Antes de jefe es amigo, ¿no? Él puede intentar que nos dejen en paz, y si no, pues lo seguimos llevando en secreto pero él lo sabe al menos.

-Me parece bien, no creo que le guste que se lo ocultemos.

-Gracias... -Vuelvo a pegarme a él y acaricia mi pelo antes de dejarme un beso en la frente-.

-Nada de gracias, mi niña... Te quiero mucho, mucho ¿lo sabes, verdad? -Asiento sonriendo y cierro los ojos-.

-Y yo a ti más.

Gracias a las palabras de Dani conseguí calmar mis nervios un poco, y aunque el día siguiente fuera a ser duro, nos pasamos la tarde haciendo bromas.
Pedimos algo de cena porque ninguno de los dos teníamos demasiada hambre, pero Dani dijo algo que me hizo volver a la realidad.

-¿Y por eso iba a enfadarme o a salir corriendo, tontita? -Coloca su mano encima de la mía y me atraganto con el agua-.

-Ehm... No, la verdad. Tenía otra cosa que decirte... -Había olvidado la parte más importante-.

-Pues dispara. -Su expresión cambia a otra más seria y suspiro nerviosa-.

-Que... -le miro a los ojos un momento y agacho la cabeza un poco- Que no me ha bajado la regla este mes. Tengo un retraso de casi tres semanas y siempre soy un reloj para eso. -Le miro a los ojos pero no sé descifrar lo que dicen-.

-¿Te has hecho el test de embarazo? -Sólo dice eso. Niego con la cabeza y se levanta-.

-Dani... -Me levanto también y siento miedo, me había imaginado lo peor en ese momento, pero lo único que hace es acercarse a mí lentamente y estrecharme entre sus brazos-.

-Tranquila ¿vale? -suspiro relajándome entre sus brazos y cierro fuerte los ojos aferrándome a su espalda-.

-Tengo miedo, Dani. Tengo mucho miedo...

-Todo va a salir bien. Mañana mismo te haces el test, y ten por seguro que voy a estar a tu lado siempre, ponga lo que ponga en ese resultado ¿vale?

-Gracias, gracias, gracias. -Comienzo a dejar pequeños besos desordenados por su cuello y se estremece- No sabía si me ibas a reprochar, o a acojonarte y salir corriendo... -Suspiro y me agarra la cara entre sus manos-.

-Nunca, y cuando digo nunca, es nunca -dice recalcando la última palabra- voy a dejarte sola, chiquitina. Pase lo que pase ¿me oyes?

-Te quiero mucho... -Asiento con los ojos llenos de lágrimas y sonrío un poco-.

-Y es más, si alguna vez dejáramos esto que tenemos... -Le corto depositando un beso en su mejilla-.

-Que no va a pasar... -Sonríe dulcemente y me acaricia la cara-.

-Que no va a pasar, pero si pasara, por el motivo que fuera, yo voy a seguir estando aquí para lo que sea. Y ahora sonríe un poquito, anda... -Sonrío un poco tiernamente y me besa en la frente para volver a apretujarme contra su pecho-.