miércoles, 29 de agosto de 2012

CAPÍTULO 45: NUESTRA ESCAPADA

Me desperté varias veces por la noche a causa de los nervios, pero al final conseguí descansar hasta las diez y media que me había puesto el despertador. Me levanté de un salto de la cama y fui a la cocina. Abrí el armario donde tenía todas las cosas del desayuno pero me dio angustia, así que preferí no desayunar… Me vestí con un pantalón largo y una camiseta de tirantes y bajé a la calle a comprar algunas cosas para el viaje.

A las dos y media estaba aburrida, así que llamé a Irene y estuve hablando con ella una hora entera, se me pasaba el tiempo volando pegada al teléfono, luego las facturas hablaban por sí solas…

Me hice un sándwich para comer y me puse a ver la tele hasta que Dani llegó a por mí. Cogí la maleta, el bolso, las llaves, apagué todas las luces y bajé al portal. Mi sonrisa iba aumentando conforme me acercaba a él, y cuando llegué a su lado miré para los dos lados para comprobar que no había nadie y le di un pequeño beso en los labios.

-¿Preparada?

-¡Preparadísima! –Cogió mi maleta para echarla al maletero y me monté en el coche. Puse la radio y me coloqué las gafas de sol-. ¿Cuánto tiempo es de viaje?

-Bueno… Digamos que te da tiempo a dormirte.

-¿Tanto? –Se rió y arrancó-.

-No te preocupes, que yo te hago mis súper imitaciones y se te pasa muy corto.

-Uy… Qué subidito vas ¿no, Martínez?

-Cada uno presume de lo que puede.

-¿Y yo de que podría?

-Esta noche te lo digo. –Me guiñó un ojo y solté una carcajada-.

-Qué imbécil eres…

-Sí, sí… Lo que tú digas. –Sonreí y me puse a cantar lo que sonaba en ese momento en la radio-. Qué bien cantas, cari…

-¡Ay, cállate! –Se rió y me cogió la mano para darme un beso en ella sin dejar de mirar a la carretera-. Dani…

-Dime.

-¿Me das una pista de mi regalo?

-¿De cual de los tres?

-¿¡Tres!?

-Claro. Venga, de cual. –Se rió y empecé a jugar con las luces del coche-.

-Hm… Pues… Del tercero.

-Del tercero…  Es muy pequeño.

-¿De qué color?

-Plateado. ¡Y ya no te doy más pistas, que me lías!

-Jo… Vale. ¿Pero me los puedes dar esta noche?

-Solo uno, los otros dos mañana. ¡Y deja ya eso, que me pones nervioso! –Me reí y dejé de jugar con las luces del coche. Me acomodé para dormirme y noté como Dani me hacía cosquillas en el brazo-.

-¿Si me quedo dormida te vas a aburrir? –dije ya con los ojos cerrados-.

-No te preocupes cariño, duérmete que el viaje es largo. –Siguió con las cosquillas en mi brazo y sonreí para quedarme dormida. Al rato me desperté y me estiré lo que pude dentro del coche-.

-Hm… Hola… -me froté los ojos y sonrió-.

-Me encanta eso que haces cuando te despiertas.

-Mira este… ¡Si tú y yo nunca hemos dormido juntos!

-No, es verdad. Ni nunca nos hemos dado un beso, ni nada, ¿no?

-Qué va… -Me reí y me abracé a mí misma-. Hace frío.

-Claro, es que vas en tirantes. Ahora cuando pueda paro y te cojo una sudadera de atrás, y estiramos las piernas ¿quieres? –Asentí con la cabeza y me puse a mirar mi twitter-.

-Pff…

-¿Qué pasa?

-¿Qué? Nada. –Guardé el móvil en el bolso y me senté bien-.

-¿Ya te están insultando, no? –Nos miramos un momento a los ojos y encontró un sitio para parar-.

-Pero que no importa, no me afecta esa gentuza.

-Sabes que sí te afecta, y por tanto me afecta a mí también…

-Pero bueno, luego me encuentro las menciones de mis ñoñas y me suben el ánimo, son un amor… -Sonreí y me bajé del coche estirándome-.

-Sí que son majas. –Me dirigí al maletero pero Dani me frenó-. Ey, quieta ahí Pedroche, que te conozco… Tú lo que quieres es ver tu regalo. –Me reí encogiendo los hombros y me senté en la parte delantera del capó del coche-.

-Cari, ¿te vale esto? –Me enseñó una sudadera enorme y asentí con la cabeza riéndome-.

-Claro, me pondré tu saco… -Se acercó riéndose y me ayudó a ponérmela. Cuando tenía la sudadera puesta me arregló el pelo y me acarició la cara sacando el móvil-.

-¿Me dejas que te haga una foto?

-¿Una foto? ¿Para qué? No, no…

-Que sí, venga, que estás preciosa. –Intenté quitarle el móvil riéndome y justo en ese momento me hizo la foto y se lo guardó rápido en el bolsillo- ¡Dani!

-Calla, tonta. –Se acercó a mí y me apoyó en el cristal del coche. Subí mis brazos a su cuello y sonreí al notar el contacto de mis labios con los suyos. Me besó muy despacio inclinándose sobre mí y cerré los ojos disfrutando de sus besos. Bajó a mi cuello muy lentamente para más tarde volver a mi boca y besarme de nuevo de la forma más dulce que lo había hecho nunca. Sonreí y me senté de nuevo en el capó dejándole hueco entre mis piernas-.

-¿Y esto? –Me mordió flojo el labio y sonrió-.

-Que te quiero. –Me abracé a su cuello dejando un par de besos en él y le susurré al oído-.

-Yo sí que te quiero. –Sonrió y me dio dos palmaditas en la espalda-.

-Venga, que si no vamos a llegar mañana por la mañana.

 

Nos montamos de nuevo en el coche y fuimos los tres cuartos de hora que quedaban de camino contando anécdotas del programa y haciendo bromas, y al final sí, acabó haciéndome morir de risa con sus imitaciones.

Llegamos por fin al sitio donde estaba la casa, y al ser de noche daba un poco de miedo, la verdad. Estaba todo oscuro y solo se oían algunos grillos y ramas crujir, pero por la mañana tenía que ser precioso. También se oía el rumor del agua a lo lejos y sonreí al imaginarme los cuatro días geniales que me quedaban allí con él.

Bajamos del coche y entramos a la casa. Era una cabaña de madera preciosa. Tenía un salón pequeño y muy acogedor, una cocina no mucho más grande, un baño y una habitación amplia con una cama enorme.

La señora de la casa estaba dentro esperándonos, Dani le pagó y nos dio un número de teléfono por si necesitábamos algo.

-¡Cuánto tiempo sin verte por aquí, Daniel! Esta vez traes compañía nueva.

-Pues sí, Rosa, ya hacía varios años que no venía. Siempre es un gusto. Ella es Cris, mi novia. –La saludé con dos besos y miré a Dani sin entender nada. Me hizo un gesto como diciendo “luego te lo explico” y la señora sonrió-.

-Ay nene… Me alegro de que hayas sentado la cabeza. –Dani se rió y me cogió la mano-.

-La verdad es que yo también… -Se despidieron pero Rosa se giró diciendo algo que me descolocó-.

-Dani, hijo… Ten cuidado si vuelves a salir ahí fuera, que yo soy muy desconfiada eh…

-Que sí, usted tranquila, que le tengo dicho que ahí no hay nada malo. –Dani sonrió y la señora se fue-.

-¿Os conocíais? –Subí mis brazos a su cuello y él puso sus manos en mi cintura-.

-Sí, he venido aquí muchas veces. –Me solté de sus brazos y me senté en el sofá-.

-¿A qué se refería con salir fuera? ¿A dónde?

-Eso te lo enseñaré mañana.

-A saber a cuantas chicas has traído aquí…

-Eres la primera persona que traigo aquí, y quiero que seas la última. Solía venir con mi familia cuando Nacho y yo éramos críos, y un día haciendo el tonto descubrí un sitio que no conoce nadie, o eso creo, es como mi sitio especial. Siempre venía cuando quería estar solo o cuando tenía problemas, por eso nunca he traído a nadie.

-¿Y por qué me has traído a mí? –A estas alturas mi cara ya estaba empapada de lágrimas. Dani se sentó en la mesa de en frente del sofá y me cogió las manos-.
-Porque tengo claro que tú eres la definitiva.

domingo, 26 de agosto de 2012

CAPÍTULO 44: Y NO SE PUEDE MÁS...


Finales de octubre. Dani y yo llevábamos algo más de un mes y medio juntos, y estábamos genial. Si discutíamos por algo siempre acabábamos arreglándolo en seguida y llevábamos mejor de lo que pensábamos el no poder estar juntos en horas de trabajo.

 

Ese día llegué pronto a plató, era martes y teníamos el resto de la semana libre porque pondrían programas grabados. Pasé por Flocución a recoger el guión y fui a mi camerino, nada más entrar noté unos brazos abrazándome por la cintura y dí un respingo asustada.

-¡Joder, Dani! Qué susto… -Sonreí y le acaricié los brazos-. ¿Cómo es que has llegado tan pronto?

-Buenos días a ti también… -Me giré para quedar frente a frente y le rodeé el cuello con los brazos sentándome en la mesa-. He venido pronto porque tenía ganas de verte, porque tengo que hacerte una propuesta que no podrás rechazar. –Me dio un beso en los labios y sonreí-.

-¡Dímela!

-Bueno, como el sábado es tu cumple, quería proponerte… -En ese momento Flo entró sin llamar y Dani se separó rápido-. Quería proponerte… Que fueras a hacer un repor a una gala de Dani Rovira… -Se inventó una excusa para que Flo no sospechara y me bajé de la mesa-.

-Em… Sí, claro. Si a Flo le parece bien y… -Flo nos miraba raro pero hacía como si no hubiera pasado nada-.

-¿El sábado? No Cris, mejor tómate estos días libres, que encima es tu cumple, descansa un poquito. –Vi como Dani sonreía más de lo normal y mis ganas por saber su verdadera propuesta aumentaron-.

-Vale, como quieras. –Sonreí y abracé a Flo-.

-Dani, vente conmigo un momento anda, que tengo que comentarte unas cosas de una sección nueva.

Se fueron y me dejó con la duda de lo que era su propuesta, pero a los dos minutos me llegó un whatsapp suyo: “cuando acabe el directo sube a la terraza y te cuento J

Fui al camerino de Anna y terminamos de repasar juntas el guión, aproveché para preguntarle si ella sabía algo de lo que tenía que hablar Flo con Dani, pero no tenía ni idea tampoco.

Hicimos el programa y cuando me tocaba salir Dani me guiñó un ojo, cada vez tenía más ganas de saber qué iba a proponerme. Acabaron el programa y yo ya estaba en la terraza unos diez minutos cuando subió.

-Por fin…

-Perdona amor, Flo hoy está de un pesado… -Me atrajo hacia él de la cintura y me dio un beso con mucha dulzura que hizo que me estremeciera entre sus brazos. Se rió aún con su boca pegada a la mía y le di flojo en el brazo-.

-No te rías de mí, idiota.

-Es que me encanta que te den escalofríos cuando te beso. –Sonreí y le mordí flojo el labio inferior-.

-Pues vuelve a besarme. –Me miró a los ojos y los dos dejamos de sonreír, sobraban las palabras en ese momento. Cerré los ojos y me besó otra vez pegando su cuerpo al mío sobre la barandilla de la terraza. A los pocos minutos nos separamos-.

-Ya está, que me lías y estamos en medio de la terraza, Cris…

-Es verdad. –Le di un beso en el pecho y me separé un poco-. Esto es una mierda…

-Bueno, a mí con estos momentos me vale. –Sonreímos y nos sentamos en dos sillas que había por allí-. ¡Oye, que al final se me olvida lo que iba a decirte!

-¡Cierto! Venga, di. –Sonreí como una niña pequeña-.

-Pues que como el sábado es tu cumple y tenemos días libres, he reservado una casa rural a unas horas de Madrid, en la sierra, para los dos solos. Sin jefes, ni cámaras, ni gente que nos moleste para estar juntos.

-¿Lo dices en serio?

-Sí… ¿Qué pasa? Si no quieres no pasa nada, podemos… -Le corté tirándome encima de él y llenándole de besos-.

-Sí, sí, sí, sí y sí. ¡Pues claro que sí! –Nos reímos y me abrazó-.

-Vaya, me alegro de que te guste tanto la idea.

-¿Bromeas? ¿Pasar mi cumple contigo, y fuera de Madrid, sin nadie que nos moleste? ¡Joder Dani, es perfectísimo! ¿Cuándo nos vamos?

-Jajajajaja, no seas impaciente… Nos vamos mañana por la tarde y llegaremos allí por la noche, así que tienes toda la mañana para preparar la maleta… ¿Crees que lo lograrás?

-Hm… Es muy poco tiempo eh… ¡Pero sí!

-Vale amor, pero llévate ropa de abrigo que allí hace más frío y ya empieza a refrescar. –Sonreí y le di un beso corto-.

-Gracias, Dani.

-Bueno, bueno, ya me las darás cuando pases el mejor cumple de tu vida. –Me dio con el dedo en la nariz-.

-¿Y qué me vas a regalar?

-Ah, eso es sorpresa… -Me levanté de encima de él justo a tiempo después de un beso en la mejilla. En ese momento subieron Anna, Raúl y Juange. Les llamé para que se sentaran con nosotros y Juange sacó el tema-.

-¿Y Cris, tú qué vas a hacer estos días?

-Pues… Me voy todos los días a la parcela con mis padres, que aquí en Madrid nos desesperamos. –Miré como Dani se reía y le preguntaba a Raúl qué iba a hacer-.

-Pues nada Dániel… Me quedaré en Madrid los dos primeros días entreteniendo a la rubia, que se queda aquí, y luego me iré a Barcelona  con la familia, supongo. 

-¿Y tú Annita?

-Pues yo me quedo miércoles y jueves aquí para resolver unos asuntillos y luego me iré a Mollet con estos dos –señalando a Juange y a Raúl- pero ellos se quedarán en BCN. ¿Y tú?

-Yo… Pues a León con la familia y eso. –Anna nos miró a Dani y a mí y entendió por mi mirada que pasaríamos esos días juntos-.

-Bueno chicos… -intervine yo-. Yo me voy ya, que tengo que hacer muchas cosas para llevarme mañana a la parcela y otras movidas… -Me despedí de todos con un abrazo y cuando abracé a Dani bajó la mano a mi trasero sin que nadie lo viera. Le guiñé un ojo sonriendo y me fui a mi casa-.

 

Empecé a preparar la maleta, no paraba de turrar a Dani con whatsapps… Que si me llevaba bikini, que si pantalones largos o cortos, que si chaquetas… Al final eché tres pantalones largos, dos cortos, una chaqueta finita, dos bikinis, un vestido y quinientas camisetas. Se podría decir que mi maleta iba llena de “por si acasos”.

Cuando ya iba a acostarme me llegó un mensaje de Dani:

“Duérmete pronto y no estés nerviosa, que te conozco. Va a ser el mejor finde del mundo. Recuerda que mañana paso a por ti a las cinco. PD: no hace falta que te lleves todo el armario. PD2: te echo de menos. PD3: buenas noches, princesa. PD4: te quiero”

 

“Llegas tarde cari, ya estoy muerta de nervios y tengo que pasar la mañana entera… PD: no he echado tantas cosas… PD2: yo más. PD3: buenas noches, amor. PD4: te quiero. PD5: te quiero (…) PD32419431: te quiero infinito”

 

“Elevado al infinito”

 

“Y no se puede más…”

viernes, 17 de agosto de 2012

CAPÍTULO 43: UNA TONTERÍA


Para Pau, porque sí, porque
sobran las palabras. 
Te quiero.

Después de lo de Castellón incluso subimos la audiencia, no demasiado, pero un poco subió. Últimamente estábamos haciendo buenas cifras y la gente nos conocía bastante, pero a veces las críticas eran muy duras.
Me levanté pronto esa mañana y me duché tranquilamente. Desayuné un poco y me fui a los estudios. Cuando llegué no había nadie todavía, así que me encerré en mi camerino y saqué el móvil. Por una vez en mucho tiempo me puse a leer todas las menciones, algunas me sacaban sonrisas increíbles, pero otras… El caso es que siempre dicen que las personas, por el motivo que sea, nos quedamos solo con lo malo, y eso me pasó a mí.
No entendía la manera de criticar que tenía la gente. Quiero decir… Si no te gusta una persona, o no te cae bien, tienes dos opciones: o callarte y no mirar, o decírselo con educación, pero era muy fuerte las cosas que me llegaban.
Sabía que no debería afectarme… Al fin y al cabo es gente que no conoces, que no te conoce, pero al fin y al cabo ellos lo pensaban, y eso dolía.
Empecé a llorar sin motivo aparente. No es que todos esos insultos me afectaran demasiado, pero lo hacían, y me daba rabia. Al poco tiempo me quedé dormida en el pequeño sofá de mi camerino.

Noté como alguien me zarandeaba el hombro y al abrir los ojos vi a Flo sonriendo.
-Chiquilla, que te has quedado dormida. ¿Pero a qué hora has llegado?
-Pues… A las nueve y media o así, no tenía nada que hacer en casa. –Me froté los ojos sentándome en el sofá y entró Dani-.
-Hombre, la bella durmiente… -dijo Dani riéndose. Se sentó en una silla en frente de mí y de Flo- ¿Estás bien, Cris? –Le miré a los ojos dándole a entender que no y Flo se sentó a mi lado-.
-¿Has estado llorando?
-No, son tonterías… No os preocupéis, en serio.
-Pero…
-Que no pasa nada, Flo, tranquilo. –Dani me miraba fijamente y le di un beso en la mejilla a cada uno- Voy a maquillaje, a ver qué pueden hacer con esta cara…
Dani sonrió como un niño al notar mi beso y los dos salieron de mi camerino detrás de mí. Fui a maquillaje y luego a vestirme. Me pasé todo el día con una sonrisa falsa en la cara que, al parecer, convenció a todos. A todos menos a Dani. En la publicidad del directo vino al sofá del plató en el cual yo estaba sentada e hizo que le mirara.
-Sabes que puedes engañar a todos con esa sonrisa preciosa, pero a mí no. –Me pasó un brazo por los hombros y contuve las ganas inmensas que tenía de abrazarle-.
-Ya lo sé… -Agaché la cabeza y volvió a obligarme a mirarle-.
-¿Qué te pasa, mi niña? –hablaba muy flojito para que no nos oyeran. Negué con la cabeza y cerré fuerte los ojos. Entonces me sacó fuera del plató y me acercó a él abrazándome-.
Yo ya había presentado mi reportaje, así que me daba igual estropear el maquillaje y me derrumbé entre sus brazos. Flo pasó por nuestro lado pero Dani le hizo un gesto para que se fuera, que luego le explicaría… Yo lloraba cada vez más, se puede decir que lo necesitaba. Necesitaba estar con él, que me abrazara como lo estaba haciendo ahora mismo.
No quedaba casi tiempo de publicidad, así que intenté calmarme y mis llantos acabaron quedándose en sollozos gracias a las caricias de Dani en mi espalda. Me cogió la cara entre sus manos y pude notar la preocupación en sus ojos.
-¿Tienes repor esta tarde? –Negué con la cabeza y me secó las lágrimas con un pañuelo que sacó de su bolsillo- Vale. Pues en cuanto acabe el programa te vienes a casa y me lo cuentas todo ¿me oyes? Y no llores más, Cris, por dios… No soporto verte llorar. –Asentí y volví a abrazarme a él más tranquila-.
-Gr.acia.s… -dije con la voz aún ronca y entrecortada-.
-Gracias por nada. Ahora ve a tu camerino y descansas, ¿si? –Intenté ponerme bien pero me mareé y suspiré- ¿Estás mareada, verdad?
-Un poco… Pero se me pasa.
Le preguntó a Meri cuánto quedaba para entrar y le contestó que cuatro minutos. Me cogió en brazos y enterré mi cara en su cuello. Me llevó por el pasillo hasta mi camerino y me dejó tumbada en el sofá.
-Tengo que terminar el programa, espérame aquí ¿vale? –Asentí poniéndome la mano sobre la frente y otra en el pecho. Dani me dio un pequeño beso y se fue a terminar el programa-.
Al rato me levanté del sofá porque ya me encontraba mejor y fui al baño a lavarme la cara. Tenía todo el maquillaje esparcido por la cara, así que cogí papel y me lo quité como pude. Cuando empecé a escuchar ruido fuera y di por hecho que el programa habría terminado fui hacia mi camerino, vi a Dani saliendo y me acerqué.
-Ah, estás aquí… -Asentí con media sonrisa y sonrió un poco- ¿Estás mejor?
-Sí… Si ha sido una tontería.
-Cristina, no se llora así por una tontería.
-Bueno… Es que soy –me cortó poniéndome el pelo detrás de la oreja y sonreí-
-Muy sensible. Si ya lo sé, pequeña. Pero no te vas a librar de contármelo, eh. Coge lo que tengas que coger y vámonos antes de que la puerta se llene de gente.
-Vale, salgo en dos minutos.

Recogí un poco el camerino y cogí el bolso y las llaves de casa, aunque algo me decía que no pararía por allí esa noche. Salí a la puerta y esperé a que Dani sacara el coche del garaje para montarme.
Hicimos todo el camino en silencio hasta su casa. Llegamos allí y caí rendida en el sofá. Siempre que me mareaba después de llorar o porque había estado mucho tiempo sin comer estaba muy cansada después.
-Estoy agotada…
-Lo sé –Fue a la cocina y apareció a los pocos minutos con un cola-cao. Sonreí y me senté recta subiendo los pies al sofá y encogiendo las rodillas sobre mi pecho- Supongo que no habrás comido.
-Me conoces bien… -cogí el cola-cao y le di un trago pequeño- Gracias.
-De nada, cielo. Voy a ponerme cómodo, ahora vengo. –Asentí con la cabeza y cuando volvió de cambiarse de ropa yo ya me había terminado mi merienda- ¡Qué rápida!

Sonreí dejando la taza encima de la mesa y Dani se sentó a mi lado suspirando
-A ver Cris… Si te vas a poner mal otra vez y todo eso no me lo cuentes, ya me lo contarás otro día, pero no quiero que vuelvas a marearte ni nada de eso ¿vale? -le corté y le dejé sitio a mi lado-.
-No, en serio. Si ha sido una tontería, pero en ese momento me he agobiado y no sé… Cuando me has abrazado me he derrumbado. Es que te echaba de menos. –Sonrió acariciándome la cara y yo sonreí también-.
-Va, pues tú dirás.

Le conté todo lo que había pasado… Que había llegado pronto a plató, que había cogido el móvil, que había entrado en twitter… A partir de ahí ya empezó a imaginarse lo que había pasado y suspiró.
-Quizá te parezca una tontería y sé que no debería afectarme, pero por más que lo intento no puedo, Dani. Yo… Sé que no es verdad todo lo que me dicen, pero se te quedan grabadas las cosas malas y no las buenas, siempre pasa así… -Agaché la cabeza y me atrajo hacia él. Me recosté en su pecho y comenzó a acariciarme el pelo-.

Al final con sus palabras, como siempre, me convenció de que no tenían que afectarme esas cosas y una cosa llevó a otra y no sé como, de un minuto a otro  ya estábamos hablando de tonterías y riéndonos de cualquier cosa. Por eso le adoraba, por hacer que el momento más amargo terminara en uno inolvidable, de esos momentos que no quieres que acaben nunca.

CAPÍTULO 42: CASTELLÓN (PARTE 2)


Estaba agotada, pero las ganas de estar con Dani me podían, así que me quité los vaqueros y la camiseta de Otra Movida y me puse un vestido de playa abotonado a la espalda. Bajé las escaleras hasta la primera planta del hotel corriendo y en la puerta trasera estaba Dani esperándome, tal y como me había dicho.
Cuando le vi dejé de correr y empecé a caminar hacia él con una sonrisa en la cara. Al llegar a su lado alargó la mano y me acercó a él despacio, colocó su otra mano en mi cintura para terminar de atraerme hasta él y me abrazó acariciando mi pelo, yo escondí mi cabeza en su cuello y rodeé su espalda con mis brazos.
-Me encanta como hueles. –Sonreí y me separé un poco cogiendo su mano-.
-Gracias… -le miré a los ojos- ¿A dónde vas a llevarme? –Me cogió de la mano sin contestarme y salimos a la calle. Me soltó para que nadie nos viera y caminamos un poco alejados. Lo único que quería era ir abrazada a él, pero estábamos en plena calle y todo el mundo podía vernos-.
-Ven por aquí. –Me empujó suavemente de la cintura y bajamos a la arena de la playa-.
-Pero Dani… Esto está lleno de gente.
-Ya, pero no nos vamos a quedar aquí. ¡No seas impaciente! –Solté una pequeña carcajada y le seguí hasta una esquina de la playa llena de rocas. Él subió primero y me ayudó a mí a subir detrás de él-.
Cuando cruzamos un trozo de rocas, al otro lado apareció una pequeña playa en la que no había nadie. Las rocas habían separado ese trocito de la playa grande y parece que nadie se había molestado en ver qué había al otro lado. Sonreí y Dani se giró hacia mí colocando sus manos en mi cintura.
-Ahora sí que estamos solos. –Antes de que pudiera contestarle me acercó a él y juntó nuestros labios. Suspiré cerrando los ojos y entrelacé nuestras lenguas besándole muy despacio-.
-Te quiero.
-Yo te quiero más. –Me acarició la cara sonriendo y le coloqué el cuello de la camisa sonriendo-.
-¿Quieres darte un baño? –Al instante me separé un metro de él y le señalé con el dedo-.
-No, no.
-Yo creo que sí… -Se acercaba a mí y yo caminaba hacia atrás-.
-Daniel Martínez, te mato, te lo juro. Que no. No, no y no. –Se acercó más a mí y empezamos a correr por la playa, Dani persiguiéndome y yo corriendo delante de él, hasta que miré para atrás para comprobar si me seguía y me tropecé cayéndome de boca al suelo-.
-¡Cris! ¿Estás bien? –Me giré riéndome y me llevé la mano al codo, cuando la miré estaba llena de sangre-.
-Eso creo. –Seguía riéndome flojito y Dani se sentó a mi lado- Mira que soy torpe, eh.
-Madre mía… -Se rió al ver mi reacción y me cogió el brazo- ¿No te duele?
-Bastante, pero soy feliz ahora mismo. –Sonreí sentándome en la arena y Dani me ayudó a levantarme- Pues ahora sí que tengo calor… ¿Nos bañamos?
-¡Vamos!
-¡Ay, no! Dani… No tengo bikini. Si quieres voy al hotel, y… -Me cortó con un beso y se quitó su chaqueta dejándola caer a la arena-.
-Si vas ahora al hotel te vas a arrepentir, porque realmente hace frío pero ahora tienes calor de haber corrido.
-¿Alguna idea mejor? –Se puso detrás de mí y desabrochó uno a uno los botones de mi vestido mientras me besaba lento el cuello. Me mordí el labio sonriendo y dejó caer mi vestido al suelo. Buscó con sus manos el enganche de mi sujetador pero le frené- Eh, para el carro…
-Tenía que intentarlo… -Me reí quitándole también su camisa y sus vaqueros y me cogió de la mano- ¿Vamos? –Le apreté la mano y empezamos a correr juntos hasta el agua, pero cuando metí los pies solté la mano de Dani y se giró riéndose-.
-Dani, está congelada…
-¡Esa es la gracia, venga! –Retrocedí pero me cogió en brazos y se metió al agua hasta la cintura-.
-¡¡Idiota, bájame!! –Le golpeé la espalda y se rió-.
-¿Te bajo?
-¡No! Llévame fuera…
-Vaaaale… ¡Ay, que me caigo! –Hizo como si se tropezara y caímos los dos al agua. Creo que tragué cuatro litros de agua al caerme y empecé a toser. Él se reía mirándome y le eché agua en la cara-.
-Joder Dani, que está helada.
-Pues ven aquí. –Abrió los brazos y me giré-.
-No, estoy enfadada. –No tardó más de cinco segundos en abrazarme por la cintura y no pude evitar sonreír. Me giré rodeando su cintura con mis piernas y me pegué a él- Tengo frío…
-Tienes los labios morados. –Sonreí tiritando y me quité el pelo de la cara-.
-Tú también, que lo sepas. –Noté como su mirada saltaba entre mis ojos y mis labios y le besé. Al rato nos acostumbramos a la temperatura del agua pero seguíamos abrazados. Me miró fijamente y le aparté la mirada-.
-¿Qué miras?
-¿Sabes? No me cansaría nunca de esto, de estos momentos contigo. No los cambiaría por nada porque es lo mejor que tengo. Lo dejaría todo, mataría y moriría por ti, por estar a tu lado, por no separarnos nunca y por que esa sonrisa que tienes en la cara durara todos los días de tu vida. Quiero que seas feliz, Cris, quiero hacerte feliz, más que nadie en el mundo. Eres mi vida, porque no necesito nada más que a ti para vivir.

Después de decirme todo eso me quedé a cuadros, nunca me había dicho lo que sentía tan abiertamente y no pude reprimir las lágrimas.
-Dios… Yo… Joder. –Tenía la piel de gallina y sonrió acariciándome la cara-.
-Te adoro, Pedroche.
-Yo sí que te adoro…

Salimos del agua a los pocos minutos y caminamos abrazados hasta el hotel. Era de noche y no había casi nadie por la calle, así que no nos preocupamos demasiado. Yo llevaba puesta su chaqueta y tenía mucho frío, y él me abrazaba por los hombros.
Cuando llegamos a la puerta de mi habitación nos despedimos con un beso y él se fue a la suya, tan solo a tres puertas de la de Anna y mía. Entré a la habitación y me quedé perpleja al ver a Anna y a Raúl durmiendo abrazados en la cama. Solté una pequeña risita y entonces me di cuenta de que todo estaba saliendo perfecto. ¿Raúl dormía con Dani, no? Pues parece ser que la que iba a dormir con Dani esa noche era yo.

Cogí mi pijama sin hacer ruido para no despertarles y salí de la habitación rumbo a la de Dani. Llamé a la puerta tres veces e incluso le llamé al móvil, pero nada, no contestaba… Me senté en el pasillo del hotel y esperé. Dentro se oía agua, así que supongo que se estaría duchando. Me estaba quedando dormida cuando Dani me envió un whatsapp, aún sin saber que estaba en su puerta. Sin contestarle volví a tocar y me abrió la puerta con una toalla en la cintura.
-¡Eres un huevón! Luego me dices a mí que tardo en ducharme… Si cojo una pulmonía es por tu culpa. –Le señalé con el dedo y entré en la habitación dejando mi pijama sobre la cama y me miró sin entender nada- ¿Te explico, mejor?
-Va a ser que sí… -Se rió y me senté en la cama-.
-Básicamente, que tu compañero de habitación está durmiendo con la mía, así que no tenemos más remedio que dormir juntos… Es una pena.
-¿No jodas? ¿Anna y Raúl? Flipa… -Me reí y me levanté cogiendo el pijama- Pues mira, me han alegrado la noche…
-A mí también. Pero voy a ducharme que tengo el frío metido en los huesos, me has tenido media hora esperando ahí tirada.
-Joder… Lo siento.  –Me reí y entré en el baño-.
-Espérame despierto, porfi.

Me metí en la ducha y abrí el agua caliente a tope. Al salir me peiné y me puse mi pijama. Salí corriendo del baño y me metí debajo de la manta abrazando a Dani.
-Estoy congelada…
-Pues abrázate a mí, princesa. –Me abracé a su pecho y me rodeó con los brazos-.
-Hm… Creía que hoy no iba a dormir tan bien. –Se rió y me dio un beso en la cabeza- Buenas noches…
-Buenas noches, mi niña. –Creo que no pasaron ni dos minutos hasta que me dormí entre sus brazos-.

Dicen que los sueños siempre son perfectos, que son lo que te gustaría que pasara realmente y lo que ves inalcanzable. Pues bien, yo esa noche soñé exactamente lo que había vivido desde que conocí a Dani, y entonces estuve segura de que no podía ser más feliz, de que mi vida era perfecta.

lunes, 13 de agosto de 2012

[Paréntesis...]

(El comentario es a un capítulo de la historia de @Sobranlosdemas, la mejor historia que he leído y la que me impulsó a escribir a mí, os la recomiendo totalmente: http://indiasandia.blogspot.com.es/)

Me dice que el comentario es muy largo para escribirlo, así que te lo pongo por aquí, quiero que lo leas:

Tengo los ojos llorosos, que lo sepas, y eso solo lo consigues tú.
¿Cómo es posible que sepas plasmar algo tan bonito escribiendo? ¿Cómo es posible tanta perfección en unos simples párrafos? Adoro tu forma de escribir, eres mi profe.

Vamos a ir por partes y a lo mejor sale un comentario un poquito largo, pero me da igual. Ea. Empiezo.

" -¿Estas cansada?" Mira que son solo dos palabras, pero no sé por qué, esa frase me ha llegado. Es como que se preocupa por ella hasta cuando no hace falta, como que aunque no importe que esté cansada porque es por una buena causa él se preocupa, no sé explicarlo, pero es precioso (igual te parece una tontería).

"- estoy euforica todavía…Estamos en Paris.
-Estamos en Paris –dije poniendome de pie y pegando mi frente a la suya.
-No,no,es que no lo entiendes" Me encanta la ilusión de niña pequeña que tiene Cris siempre, y como Dani no puede resistirse a eso, amo como la adora, porque la adora, es como su diosa.

"Tenia los ojos brillantes y llenos de lagrimas.Sonreí y me acerque a ella,rozando nuestros labios con cuidado,con mimo. /.../ Me fui colocando encima de ella con sumo cuidado y me separe para volver a mirar aquellos ojos." Ese momento me hace subir a las nubes, te lo juro. O sea, es la cosa más tierna del mundo... Ese "con mimo" es tan tuyo... Siempre que nos imaginamos algo en las ñoñas lo dices y es como aljdsalñdfjasñlf *-*

"-Estas preciosa ¿lo sabias? –dije acariciandole la cara.
-Tengo todo el maquillaje corrido,estoy despeinada y…
-Y nada  -dije poniendo un dedo en su boca en señal de protesta-estas preciosa." No creo ni que sea necesario decir lo bonito que me parece eso. Y es que sí, es que Cris seguro que está preciosa en cualquier situación, seguro. Es la niña de nuestros ojos (aunque para mí es la segunda, tú estás primera).

"Sonreí y senti como un escalofrio recorrio todo mi cuerpo al notar la suavidad de sus manos." Eso me mata. Me imagino a Cris haciendo ese gesto que para ella es tan normal, pero a Dani le parece lo mejor del mundo si son sus manos las que lo acarician, me encanta.

"Lenta y dolorosamente /.../ De vez en cuando  se le escapaban pequeños suspiros que hacian que momentáneamente se me cortara la respiración,que sintira un pinchazo en la tripa y hacia que el instante se convirtiera en algo dulcemente doloroso." BUAH. Esa frase... Increíble. Solo tú podrías escribirla. Adoro como Dani no puede resistirse al mínimo gesto de su niña.

"Me separe un poco de su cuerpo y sople con cuidado encima de tripita.Ella se rio y yo alce la cabeza para contemplarma mejor." Me encanta que Dani quiera hacer eterno ese momento llenándolo de tonterías así y gestos preciosos que a ella le encantan. Le sale solo y es tan bonito...

"Alce la mirada y comence a observar su cuerpo.Es extraño como muchas veces puedes mirar las mismas cosas mil veces sin llegar a mirarlas realmente. ¿Alguna vez habia visto la pequeña marca que tiene el muslo derecho? ¿me habia fijado en como su pelo se almoldaba perfectamente a mi almohada? ¿en como sus mejilla se sonrojaban cuando estaba acalorada? ¿habria visto alguna vez la perfección de su pequeño ombligo?" Bueno, bueno... ¿Qué decir de esto? ¿Que no puede ser más perfecto? ¿Que lo amo? Él quiere memorizar cada esquina y cada milímetro de su cuerpo y la mira como si ella fuera un tesoro, porque es su pequeño tesoro.

"Ella reinorporo y tiro de mi hasta depositarme encima de ella." Sí, tiene toda la pinta de que nuestra Cris se pone nerviosa y tontita cuando Dani la mira así, y solo quiere sentirle más cerca de ella.


Y bueno, el resto... El resto simplemente sin palabras. Esos 'te amo' antes de empezar a hacer el amor son la cosa más bonita del mundo. Y es que están en París, madre mía. Ni ellos son conscientes de que donde están juntos es en una cama de París, de la ciudad del amor.
El último párrafo ha sido el colmo. Quiero leerme este capítulo hasta que me lo aprenda de memoria igual que si fuera una canción, lo juro. De hecho, me lo he leído tres veces, y las que me quedan.
Lo de "Una parte de mi estaba deseando salir corriendo" me ha desconcertado un poco, pero sé que es porque Dani cree que no merece a Cris, porque los dos se ven perfectos el uno al otro, pero realmente los dos se merecen porque son lo mejor del mundo.

Y bueno, la turra llega a su fin... Después de estar casi todo el día desconectada de las ñoñas y de las ñoñerías me apetecía comentarte este capítulo así y aún creo que me quedo corta para decirte lo que me ha gustado.
Que te quiero, princesa, más que a nada.
Gracias por saber ser mi mejor amiga.

CAPÍTULO 41: CASTELLÓN (PARTE 1)


Ocho de octubre, el gran día había llegado. Todo era una mezcla de nervios, miedo al rechazo, pero sobretodo ganas, muchas ganas.
Tenía miedo de lo de siempre. De los insultos, de las críticas, de subirme al escenario y que nadie aplaudiera o cosas así. Sabía que tenía mucha gente apoyándome pero había otro grupo que me odiaba sin yo haber hecho nada… Pero no quería pensar en cosas tristes.

Me levanté a las siete y me fui con mi coche a los estudios, cuando llegué solo estaban allí Flo y Berni, y a los quince minutos más o menos llegó Raúl con Anna y Moni con David y Meri. Nos pusimos todos a hablar y a las ocho menos cuarto Dani era el único que faltaba.
Flo le llamó varias veces y Anna también, pero no cogía el móvil. Después Flo se me acercó preocupado.
-Cris, ¿por qué no le llamas tú? –Le miré sorprendida pero igual de preocupada-.
-¿Yo?
-Sí, tú. –Me apartó un poco de los demás- No podemos negar lo evidente… A ti te lo va a coger, llámale por favor. –Sonreí de lado y saqué mi móvil-.
Uno, dos, tres tonos… Nada, tampoco lo cogía. Volví a insistir y al fin contestó a la llamada.
-¿Dani, dónde estás? Están todos esperándote. –Todos me miraban sonriendo porque había cogido el móvil pero a mí se me borró la sonrisa- ¿Qué? ¿Qué ha pasado? ¿Pero está bien? /…/ Joder, bueno, vale. No conduzcas rápido y no estés nervioso, que hay tráfico. Hasta ahora, Dani.
Al colgar se me escapó una lágrima que me quité rápidamente pero todos me rodearon preguntando qué pasaba. Empecé a marearme y me senté en el muro de la entrada, Anna se sentó a mi lado y conseguí hablar.
-Es Nacho, algo de un accidente en moto, no me he enterado bien, pero Dani está muy nervioso. –Anna me abrazó al saber lo que pasaba. Ella era la única que sabía lo mío con Dani y lo bien que me llevaba con mi cuñado-.

A los diez minutos de esperar allí llegó Dani. Tenía los ojos rojos y saludó a Flo con un abrazo rápido, demasiado quizá, y vino hacia mí corriendo, literalmente,  bajo la atenta mirada de todos. Cuando llegó a donde estaba me levanté y nos fundimos en un abrazo eterno. De esos abrazos de los que nunca quieres separarte, que nunca quieres olvidar, y ahí en su hombro no pude evitarlo y rompí a llorar, esto hizo que me abrazara más fuerte y me acariciara el pelo intentando consolarme, cuando debería ser al revés.
Nos separamos y me cogió la cara mirándome a los ojos. Me moría de ganas de besarle, pero era consciente de que no podía.
-¿Qué ha pasado? –Hablé con un hilo de voz- ¿Cómo está?
-Está bien, ya está en casa, así que tranquila ¿vale?
-Prométemelo.
-¿Cuándo te he mentido yo?
Sin importarme que siguieran mirándonos volví a abrazarme a su cintura escondiendo mi cabeza en su pecho y me dio un beso en la cabeza. Entonces recordé las palabras de Flo: “no podemos negar lo evidente”, y me di cuenta de lo que significaba. Aunque Dani y yo no estuviéramos juntos (o eso creían todos), todo el mundo sabía que nos queríamos y que seguíamos enamorados, y en momentos como este lo notaron. Así que no mentíamos, sólo contábamos la verdad a medias. Pero Flo no nos dijo nada en ese momento. ¿Qué iba a hacer? Yo estaba destrozada. Le había cogido un cariño increíble a Nacho y no quería que le pasara nada malo.

Subimos al autobús a las nueve y Dani se sentó a mi lado en los asientos de atrás. Acabé quedándome dormida en su hombro. Él apoyó su cabeza sobre la mía durmiéndose también y entrelazó nuestros dedos sin darse cuenta, como en un acto reflejo.
Supongo que Dani se despertaría antes y se iría para adelante, porque cuando me despertaron al llegar a Castellón estaba apoyada en la ventana. Mientras el conductor buscaba aparcamiento Flo se sentó a mi lado.
-¿Estás mejor?
-Sí… Es que antes me he agobiado y bueno, que…
-Cris. Que no te preocupes, yo te entiendo, os entiendo. –Asentí sonriendo y me pellizcó la mejilla-.
-¿Sabes si Dani ha hablado con Nacho?
-Creo que sí, y está en casa perfectamente, solo ha sido un susto. No tienes de qué preocuparte.
-Vale… Gracias Flo. –Sonreí y bajamos del autobús cogiendo las maletas. Dani me hizo un gesto como diciéndome que todo estaba bien y sonreí tranquila-.

Llegamos más o menos a la hora de comer pero yo no tenía hambre, para variar, así que intenté que Flo me dejara irme a hacer un pequeño reportaje. Accedió pero le dejé allí discutiendo con Dani porque él decía que tenía que comer, pero Flo le quitaba importancia, como es normal, puesto que él no sabía nada de mi enfermedad.
Al rato me llegó un whatsapp de Dani: “no vuelvas a hacerme esto, sabes que tienes que comer. Al final le voy a acabar contando todo a Flo”
No le contesté y seguí con mi reportaje. Cuando nos avisaron de que nos quedaba poco para empezar el “espectáculo” nos dirigimos allí y me puse en las escaleras que subían al escenario para esperar. Dani se acercó y me acerqué a su oído para hablarle porque con la música no se escuchaba nada.
-Lo siento por lo de antes.
-No pasa nada, pero entiéndeme… Luego me encargaré de que cenes, eh.
-¿No estás enfadado?
-No, pero no lo hagas más. –Asentí con la cabeza y le llamaron para subir. Me guiñó un ojo y subió al escenario-.
Nos fueron llamando uno a uno y fue todo un éxito, mis miedos desaparecieron por completo y disfruté al máximo. Solo esperaba poder estar un rato a solas con Dani cuando acabara todo y la gente se dispersara un poco.
Fuimos a cenar todos juntos y Dani se sentó a mi lado para obligarme a terminarme toda la comida, Flo nos estuvo mirando y luego se acercó a mí para preguntarme si tenía algún problema con ese tema. Le dije que no, que no se preocupara, y terminó aceptando no muy convencido.

Cuando llegamos al hotel me tumbé en la cama agotada. Compartía habitación con Anna pero ella aún no había llegado, estaba abajo tomando copas con Raúl, que dormía con Dani.
Al rato vi como colaban una nota por debajo de la puerta y fui a cogerla. “Ve en diez minutos a la puerta trasera del hotel, quiero estar contigo un rato a solas, peque. D.”

sábado, 11 de agosto de 2012

CAPÍTULO 40: IGUAL O MÁS QUE A TI

Para Sand, mi princesa, por estar 
siempre ahí y por todo lo que
está haciendo por mí. 
Que te quiero, infinito.

 Salimos muy pronto para la rueda de prensa del primer reportaje de esa tarde y duró más de lo que pensábamos, así que tuvimos que irnos corriendo al photocall del otro y al final se nos hicieron las dos de la mañana.
Pensé que era tarde para llamar a Dani por si estaba durmiendo, así que le mandé un whatsapp y me contestó al momento que estaba esperándome. Con mi típica sonrisa tonta en la cara de cada vez que Dani hacía o decía cualquier cosa de nosotros, le dije a Moni que me iba en taxi porque iba a casa de mis abuelos y que no hacía falta que me llevaran, así que con esta excusa barata cogí un taxi, pero a casa de Dani.
Llegué allí y toqué al timbre de abajo, me abrió y subí las escaleras corriendo. Golpeé la puerta con el puño y abrió frotándose los ojos por la luz, sin camiseta y con su pantalón enorme de pijama puesto. Entré y resoplé.
-Joder Dani, estabas durmiendo... ¿Por qué no me lo has dicho?
-Porque entonces no ibas a venir, y quiero dormir contigo. -Sonreí al ver su cara deslumbrado por la luz y la apagué para que no le molestara-.
-Tira a la cama, anda, que voy a darme una ducha ¿te importa?
-¿Cómo me va a importar, tontita? -entrelazó sus manos en mi espalda abrazándome por la cintura y sonreí- Y tienes un cola-cao en el microondas, por cierto.
-¿¡En serio!? -Me tiré a besuquearle  la mejilla y se rió-.
-Claro, sé que te gusta un cola-cao calentito cuando vienes de los repors tan tarde.
-Por estas tonterías me enamoré de ti, sí. -Le dejo ahí sonriendo empanado y me voy directa a la ducha-.
Me ducho deprisa para que no le dé tiempo a dormirse y al salir me pongo su camiseta que siempre utilizo para dormir. Voy a la cocina y me tomo el cola-cao que Dani me ha preparado tranquilamente sentada en la mesa. Cuando termino friego el vaso para que no tenga que hacerlo él después y voy a la habitación. Está todo oscuro y por el camino me doy en el pie con la pata de una mesa y escucho como Dani se ríe desde la cama.
Me acuesto a su lado y escondo mi cabeza en su cuello mientras me abraza muy fuerte.
-Idiota...
-Ha sido gracioso y lo sabes -Sonrío dándole un pequeño mordisco en el cuello y me estruja contra él riéndose- Cris...
-Dime.
-Explícame como coño voy a poder disimular lo nuestro cuando vayamos a Castellón, porque saber que te tengo a dos pasos en el hotel y no poder ir va a ser muy frustrante...
-Te lo diría si lo supiera -me reí y le dejé otro beso en el cuello- pero tendrás que aguantar como un campeón.
-Pues vaya mierda.
-Bueno... Ya verás como dentro de poco Flo nos entiende, en serio... Tengo una corazonada.
-Ojalá tengas razón, mi vida. -Levanté la cabeza y le acaricié la cara-.
-Dame un beso. -Sonrió y me besó entrelazando nuestras lenguas en un beso en el que me demostraba que me quería de verdad. Sonreí dentro del beso y me mordió suavemente el labio-.
-Te quiero, princesa. -Sonreí y volví a esconderme en su cuello tras susurrarle un pequeño "te amo" al oído-.
-Alguna vez habrá una persona a la que pueda querer más o igual que a ti...
-¿Cómo? -Me separé un poco molesta por su comentario pero él volvió a abrazarme como antes-.
-Sí, una persona que haya estado aquí -puso su mano en mi barriga y me incorporé un poco-.
-Dani, yo...
-Que no, tonta, no te agobies. No digo ahora ni dentro de dos años, dentro de los que sean, o simplemente cuando estemos preparados y nos apetezca. Pero quiero decir que algún día quiero que tú seas la madre de mis hijos.

Se me cayeron un par de lágrimas. Creo que nadie nunca me había dicho algo tan bonito. Me las limpió con su dedo y volví a acomodarme en su pecho
-Pero no llores, boba... Vamos a dormir, anda, que es tardísimo. -Asentí con la cabeza dándole un beso en su pecho desnudo y a los pocos minutos me dormí-.

Me despertó notar a Dani moverse intentando apagar el despertador y le abracé más fuerte evitando que se levantara.
-Cris, vamos, que ayer ya llegamos tarde...
-Hm... Tú primero. -Me dio un par de besos en la cabeza y se sentó en la cama revolviéndose el pelo- Ay, Dani... ¿Por qué te cuesta tan poco levantarte?
-Hombre, creo que influye que ayer estuvieras toda la tarde currando... ¿No es demasiado, cielo? Y además estudias... -Me giré en la cama asintiendo-.
-Sí, pero me gusta mucho.
-Eso está claro... Si lo hicieras sin gustarte ya te habrías pegado un tiro. -Asentí y me giró agarrándome de la cintura- Vaaaamos, no te duermas otra vez.
-Eres un pesado. -Me levanté frotándome los ojos como siempre hacía pero volví a acostarme apoyando la cabeza en sus piernas. Se rió y me apartó el flequillo de la frente-.
-Estás preciosa recién levantada.
-Tonto, mentira.
-Te digo yo que sí. -Sonreí y me levanté para darle los "buenos días". Me senté con una pierna a cada lado de su cuerpo y le besé acomodándome encima de él-.
-¿No nos da tiempo, verdad? -Miró el móvil y negó con la cabeza- Joder... Pues en cuanto Flo te deje en paz te pasas por mi camerino. -Le guiñé un ojo y fui a la cocina a preparar el desayuno. Él se quedó vistiéndose y le grité desde ahí-.
-Dani, ¿hay algo de ropa mía por ahí? Si aparezco con la de ayer van a sospechar.
-Sí, por aquí hay algo, ven. -Me dirigí a su habitación y estaba todavía en bóxers. Me mordí el labio y cogí la ropa-.
-Joder Dani, ¿no te basta dejarme con el calentón?
-Hm... -volvió a mirar el reloj- A lo mejor a una duchita rápida sí que nos da tiempo. -Sonreí pícaramente y me fui quitando la camiseta mientras él me seguía hasta el baño. Nos metimos en la ducha juntos y disfrutamos el uno del otro lo que el tiempo nos permitía. Salimos del baño y nos vestimos y desayunamos rápido para no llegar tarde otra vez-.
-Ha merecido la pena.
-Contigo siempre merece la pena, nena. -Me guiñó un ojo y me reí- ¡Vámonos anda, que llegamos tarde al final!

jueves, 9 de agosto de 2012

CAPÍTULO 39: ALGO ESPECIAL


Me desperté abrazada a su pecho y nada más abrir los ojos me encontré con un beso suyo en mi pelo. Sonreí y me froté los ojos poniéndome bocabajo en la cama.
-¿Qué hora es?
-Hora de levantarse, princesa. –Me dio un par de besos en el hombro y al ver que se levantaba giré la cabeza y le cogí el brazo-.
-Cinco minutos más, porfa, que quiero mimitos… -Puse cara de niña buena sabiendo que no podía resistirse y se mordió el labio-.
-Qué bonita eres. –Cerré los ojos de nuevo y no tardé en sentir sus labios contra mi mejilla y sus caricias en mi espalda. Me daba pequeños besos muy suaves y de vez en cuando yo giraba la cabeza para besar sus labios, entonces sonreía y me apartaba el pelo de la nuca para besarme el cuello. Tras un rato dándome mimos como le había pedido, se abrazó a mi espalda y juntó su frente a la mía-.
-Te quiero. –Abrí los ojos al decirle esto y sonrió. Se incorporó un poco y me dejó un dulce beso en los labios-.
-Me quedaría todo el día aquí, pero tenemos que ir a trabajar, pequeña.
-Ya, jo… -Le di un último beso y me levanté poniéndome una camisa suya que había en el suelo de la noche anterior-.

Desayunamos y nos duchamos rápido porque ya llegábamos tarde. Algunas mañanas, cuando llevábamos tiempo sin estar juntos llegábamos en su coche a plató y poníamos la excusa de que yo, con el “accidente”, le había cogido miedo a ir en coche sola y que cuando Dani podía me recogía en mi casa.
-Chicos… vais tarde. –Flo nos dio los guiones y le pedí disculpas abrazándole-.
-Culpa de ella, que ha tardado media hora en bajar, casi me duermo esperándola en el coche.
-Bueeeno, tirad a repasar el guión, anda. –Cuando ya estábamos en la puerta de mi camerino me reí y abrí la puerta-.
-Esperándome en el coche… -Se apoyó en la pared y se rió-.
-Ha quedado creíble, eh. Si es que soy un crack.
-Sí, un crack y un flipado. ¡Anda, tira! –Entré a mi camerino cerrándole la puerta en las narices y a los pocos minutos vi como colaban una nota por debajo de la puerta. “Un flipado que te adora”  Sonreí como una tonta y guardé la nota en mi bolso. Eran esas pequeñas cosas que siempre te gustaba tener-.

Repasé el guión y me relajé un rato en mi pequeño sofá, al rato vino Meri a avisarme de que ya podía ir a maquillaje y estaba allí Anna. Nos pusimos a hablar de tonterías mientras nos maquillaban y al rato entró Dani, ya que para él necesitaban menos tiempo, evidentemente.
-¿Cómo están mis chicas más guapas de todo Madrid? -Nos reímos y Anna se giró-.
-Eh chaval, que yo soy de Mollet. -Me giré yo también-.
-¡Y yo de Vallecas, que mola más que Madrid entero! -Anna y yo chocamos las manos y Dani se rió sentándose en una silla a mi lado-.
-Qué patriotas que sois las dos, eh...
-¡Claro! -Contestamos las dos a la vez, y estuvimos riéndonos de las gilipolleces de Dani hasta que entró Flo, y se sentó al lado de él-.
-Flo, he tenido una idea para una fiesta tipo lo que hicimos de la gamba en Astorga, o lo que hizo el Selo en el programa mil. Sería en Castellón, porque Chuspi es amigo del alcalde y nos pueden ceder un sitio, ¿crees que estaría bien? -Yo sonreí sabiendo que Flo iba a decir que sí, Dani me lo había comentado hacía un par de días y me pareció una idea genial-.
-Ah, tío, pues está muy bien... No se me había ocurrido. Voy a hablar con los de arriba y te digo algo, y si aceptan hoy mismo puedes decirlo en el programa si quieres.
-Va, genial. Gracias Flo.
-¿Gracias, por qué?
-Por confiar en mí siempre. -Anna me dio en el brazo porque estaba mirando con una sonrisa de tonta increíble a Dani y a Flo, y yo me reí. Anna se levantó y le revolvió el pelo a Dani-.
-¡Por fin vamos a hacer algo especial en el programa!
-A ver si se puede, porque estaría muy bien. -Me levanté yo también porque ya habían acabado de maquillarme y salí con Anna a los camerinos, siempre decidíamos juntas qué nos pondríamos para no ir muy parecidas, la verdad es que era un gusto poder llevarnos bien, porque si no se haría insoportable-.

No vi más a Dani en toda la mañana y supuse que estaría contándoles lo de la idea de Castellón a los jefes, porque en ese mismo programa lo dijo todo en directo.
Por la tarde toda la gente en twitter preguntaba todos los detalles de la fiesta, al parecer la idea había sido todo un éxito y estábamos deseando que llegara el día elegido, que al final había sido el 8 de octubre.
En cuanto terminó el directo fui a mi camerino a cambiarme porque tenía un repor nada más acabar el programa y otro por la noche, iba a acabar agotada, pero adoraba mi trabajo y la verdad es que no me veía en otra cosa ahora mismo. Tocaron a la puerta y abrí, era Dani. Le abracé y me dio una vuelta en el aire.
-Te dije que era una idea genial, enhorabuena cariño. -Me apartó el pelo de la cara y me dio un tierno beso en los labios-.
-Gracias, cielo. -Miró que estaba todo recogido y frunció el ceño- ¿Tienes repor?
-Sí... Uno ahora y otro por la noche...
-¿No me jodas? Me voy a aburrir un montón.
-Bueno, puedes empezar a escribir ideas para lo de Castellón y eso...
-¿Y después del repor?
-Acabaré muy tarde, supongo, pero si quieres cuando acabe te aviso y si estás despierto voy un ratito. -Subí los brazos a su cuello y sonreí-.
-Prefiero que te quedes a dormir.
-Si insistes... -Se rió y me pegó a él de la cintura volviendo a besarme con todo el amor posible- Eres un amor.