viernes, 29 de junio de 2012

CAPÍTULO 7: ERES ESPECIAL


Sábado, domingo, lunes, martes… La semana pasó súper lenta.
En Sé lo que hicisteis nos habían dado un ultimátum, estábamos perdiendo mucha audiencia y el programa no podría mantenerse durante mucho más tiempo… A eso le sumábamos que Ángel quería abandonar, decía que estaba aburrido. En parte lo entendía, era comprensible que después de cinco años quisiera hacer cosas nuevas, nuevos proyectos; pero todos sabíamos, incluido él aunque no quisiera aceptarlo, que si se iba el programa iba a caer en picado.
Era ya viernes y aún no había llamado a Dani, me daba entre miedo y vergüenza. No quería que pensara que estaba desesperada por llamarle, aunque me moría de ganas de verlo.

Cuando acabó el programa me decidí a llamarle, me encerré en mi camerino y busqué su número en mi agenda. Llamar.
“¿Diga?”
“Hm… Hola, ¿Dani?”
“Sí, soy yo” Sonreí como una niña.
“¡Hola, soy Cris!”
“¿Cris, la Pedroche? Vaya, creí que nunca te dignarías a llamarme… Tendría que haberme quedado yo con tu número en vez de darte el mío”
“Jajajajaja, no seas exagerado. ¿Qué pasa, que me echas de menos, o qué?”
“Pues la verdad es que me muero de ganas de verte, ¿haces algo mañana a medio día?”
“Creo que no, y yo también tengo ganas de verte”
“Perfecto, te recojo a las dos en punto mañana en tu casa, ponte guapa, eh”

Colgó sin que me diera tiempo a despedirme y yo me senté en el sofá soltando una pequeña carcajada. Era… como nuestra primera cita oficial.
Pero… un momento. “Te recojo en tu casa”. ¿Cómo que me recoge en mi casa? ¿Cómo sabe dónde vivo? En fin… Será la costumbre, supongo que luego me llamará.

Llegó la noche y Dani aún no me había llamado, seguramente que haya arrepentido… Pero dijo que tenía ganas de verme. En fin, no sé.
Esa noche me acosté bastante tarde, se acercaban los exámenes y me quedé estudiando hasta las dos de la mañana… Menos mal que al día siguiente era sábado.
A la 1 y media seguía tirada en el sofá con mi pijama, un pantalón corto de rayas de colores y una camiseta de tirantes negra. Creía que Dani no vendría, no me había llamado y no podía saber donde vivo. A las dos menos cinco llamaron al timbre. Era él. No sabía como había encontrado mi casa, pero el caso es que yo seguía en pijama… No iba a dejarle abajo con el calor que hacía y le dije que subiera.
Le esperé apoyada en el marco de la puerta.
-¡Pero bueno, ¿qué haces así todavía?! –sonrió y me dio un beso en la mejilla de esos que tanto me gustaban-.
-Es que creía que no vendrías, ¿se puede saber cómo sabes donde vivo?
-Tengo mis contactos Pedroche… -le miré extrañada y se rió- Nah, es que llamé a Patricia y me lo explicó, no me ha costado mucho llegar.
-Jajajajaja, anda que sí… Pues siéntate si quieres, que me cambio en un momento.
-Vale… Pero así también estás muy guapa –sentándose en el sofá-.
-Lo siento por ti, pero solo unos pocos afortunados pueden verme en pijama.
-Sí, tus padres, tu novio y pocos más, ¿no? –Noté que la pregunta iba con segundas-.
Salí de la habitación ya vestida y peinada y cogí el bolso.
-Vaya, qué sutil has sido… Si tu pregunta es si tengo novio, la respuesta es no –le guiñé un ojo y sonrió-. ¿Y dónde vas a llevarme, si puede saberse?
-Eso es sorpresa, señorita. –Me tendió la mano y se la cogí encantada-.

Salimos de mi casa y me llevó a un restaurante precioso a las afueras de Madrid, pagó él, no me dejó que pagara nada, y luego nos sentamos en una explanada de césped no muy lejos del restaurante.
-Estás preciosa esta tarde, no te queda bien llorar. –Sonrió y le miré a los ojos-.
-Gracias… Algún día te contaré todo lo que pasó aquella noche.
-De momento cuéntame algo de ti, que tengo la impresión de que te conozco de toda la vida y en realidad te conozco muy poquito.
Le conté cosas de mi vida por encima; mi infancia, lo que estudiaba, que vivía con mis padres, cómo empecé a trabajar en el Selo… Me salté el incidente de Miguel, no quería pensar en él en ese momento, eso, como le había dicho, ya se lo contaría.
Él también me contó cosas de su vida y se me pasaron las horas muertas a su lado.
Estaba sentada entre sus piernas, con la cabeza apoyada en su pecho, mirando como atardecía. La verdad es que parecíamos una pareja. Me hizo el pelo a un lado para dejar mi cuello al descubierto y hacerme cosquillas en él. Entonces me surgió una duda, o más bien, una indirecta:
-¿Y tú eres así con todas las chicas? Quiero decir, que he oído que eres un ligón… -escuché como se reía y me puse seria-.
-Pues, ahora que lo dices… La verdad es que no. No soy de relaciones, eso es verdad, pero creo que es porque no he encontrado a ninguna chica que me haga sentir que quiero estar con ella para siempre, sois muy complicadas –se rió y yo también lo hice-. Pero para ligar suelo forzar las cosas, tratar de ser simpático o tratar de no ser yo. Contigo no tengo que hacer eso, me sale natural todo esto. Soy como soy, no finjo… Eres diferente a las demás. –Me giré y le miré de frente-.
-Creo que eso ya te lo he oído decir…
-¿Cómo?
-Sí, la noche que nos conocimos, al día siguiente dijiste eso en una entrevista. Creía que estarías enfadado conmigo por como me fui de la fiesta.
-O sea que ya lo sabías… ¿Entonces por qué me lo has preguntado? –Sonrió jugando con el césped-.
-Bueno… Quería oírtelo decir a ti.
-Anda que sí… -se rió y se levantó-. Vamos, que te llevo a casa. Es tarde y tus padres estarán preocupados.
-Vale, pero si me prometes que quedaremos otro día –le doy la mano para levantarme y al hacerlo me quedo muy cerca de él-.
-Te lo prometo.
Sonríe y me da con el dedo en la nariz. Nos subimos a su coche y me lleva a casa. Bajamos y me acompaña hasta el portal.
-Gracias por este día Dani, ha sido increíble.
-De nada pequeña, otro día repetimos ¿vale?
-Claro que sí. –Sonrió y me di la vuelta para abrir la puerta-.
-Eh, eh, ¿no te vas a despedir de mí? –me giro y le miro-.

Me deja un beso, esta vez no en la mejilla, sino en la comisura de los labios y me susurra algo que no entiendo al oído, estaba demasiado nerviosa.
Veo como se aleja y suspiro, ¿cómo puede hacerme sentir tanto una persona que conozco de tan poco tiempo?
Supongo que eso no importa… Ahora sólo estaba deseando que volviera a llamarme y mejorar, si cabe, este día tan genial.

1 comentario:

  1. joder que capítulo mas lakslakslakslaks
    me encanta!!
    me encanta uqe Dani tenga esas ganas de verla, me encanta que aparezca en su casa y se busque la vida para saber su dirección, me encanta esa conversación en el césped, me encanta cuando le dice que es especial, me encanta que Dani no vaya a saco y se tire a su cuello tan rapido, me encanta que vayan despacio, me encanta ese beso en la comisura...
    pero odio que Cris no se haya enterado de lo que le ha dicho Dani porque estoy segura de que era muy muy kasjajsakjsakjs

    te quiero bonita!

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