viernes, 21 de septiembre de 2012

CAPÍTULO 51: DIFERENTE


Me separó un poco de él cogiendo mi cara entre sus manos y me limpió las lágrimas sonriendo un poco.
-¿Qué te pasa, pequeña?
-Me pasa que te quiero, que todo esto no parece real, no puede ser real algo tan perfecto… Eres tan diferente a… No sé, a todo y a todos. No sé ni como explicarlo.
-Y tú eres perfecta, esto que tenemos es perfecto, y es para siempre.
-¿Infinito elevado a infinito?
-Y no se puede más. –Sonreí como una niña pequeña y me acercó a él para besarme la mejilla dulcemente. Se acercó a mi oído y me susurró un pequeño “te quiero” en él. Busqué sus labios y choqué su boca con la mía en varios besos cortos. Introdujo sus manos debajo de mi camiseta pero le frené-.
-Espera…
-¿Qué pasa? –Sonreí y fui hasta mi bolso a la entrada, me siguió y coloqué la llave que acababa de regalarme en mi llavero. Sonrió al ver lo que hacía y me abrazó por detrás bajando sus besos por mi cuello muy despacio- Falta el postre…
-Creo que puede esperar. –Cerré los ojos tras decirle esto y eché la cabeza hacia atrás dándole más accesibilidad a mi cuello-.

Esta vez sí, coló sus manos debajo de mi camiseta y me acarició el estómago haciendo círculos alrededor de mi ombligo mientras me besaba el cuello muy despacio. Subió sus manos por mis costados y suspiré provocando su sonrisa en mi cuello. Se deshizo de mi camiseta cuando le molestaba y bajó el tirante de mi sujetador agarrándolo con los dientes.

Me giré para quedar cara a cara con él y le besé haciendo que nuestras lenguas se entrelazaran una vez más dentro de nuestras bocas.
Bajé mis manos por su pecho y cuando llegué al extremo de su camiseta tiré de esta hacia arriba para quedar en igualdad de condiciones.
Dí un paso al frente haciendo que nuestros cuerpos chocaran. Al sentirlo, al sentirme, me agarró de la cintura para que no me separara y suspiré dentro del beso.

Me cogió en brazos como una princesa y fue hasta la habitación. Me tumbó en la cama y se sentó a mi lado sin dejar de besarme. Cuando me cansé de esa posición tiré de su brazo para que se tumbara encima de mí y así lo hizo.
Siguió besándome despacio y comenzó a bajar sus besos desde mi boca hasta mi cuello. Coloqué las manos en su espalda y clavé mis uñas suavemente en ella. Sonrió en mi cuello y yo solté una pequeña risita.

Me agarró los brazos subiéndolos por encima de mi cabeza y me cogió las dos manos con una de las suyas y con la otra me acarició la barbilla mirándome a los ojos. Sonreí y volvió a esconder su cabeza en mi cuello.

Bajó los besos por mi garganta hasta llegar a mi pecho y fue dejando pequeños besos lentos en el límite de mi sujetador.
Solté un pequeño gemido cuando me clavó suavemente los dientes en el pecho y su boca siguió bajando hacia abajo. Arqueé la espalda pidiéndole más y la mano que no sujetaba las mías se metió debajo de mi sujetador.

Me soltó las manos y tiré de él hacia arriba para volver a atrapar su boca con la mía. Nos giré para quedar encima de él y aprovechó la posición para deshacerse de mi sujetador.
Recorrí cada milímetro de tu pecho con mis manos y le besé el cuello lentamente, aumentando el ritmo cuando él me acariciaba todos mis puntos débiles que ya sabía de memoria.
Sonreí satisfecha al escuchar sus leves gemidos en mi oído y terminamos de desnudarnos mutuamente para luego cambiar posiciones.

Él volvió encima de mí y los dos disfrutamos de las caricias del otro unos minutos más.
Se introdujo dentro de mí muy despacio y los dos dejamos que nuestros gemidos de placer se perdieran en el aire mientras me hacía el amor despacio, sin prisas, libres, demostrándome que me quería y confirmando mis sospechas de que sí, de que él era diferente. Lo nuestro era diferente. A todo y a todos.

1 comentario:

  1. ¡Ana!

    Me acabo de leer toda la historia porque como habia estado en el pueblo pues claro, todo julio y agosto no lo habia leido y me habia perdido la historia...

    Lo de la enfermedad de Cris es grave y todo eso, pero menos mal que conocio a Dani y que la haya ayudado a que la bajara un poco

    Luego la tiene que dejar con una parrafada de mensaje que ni el mismo puede escribir, consecuencia, 3 meses de coma para Cristina y 16 de ansiedad, que cuando lo leia decia ¿PERDON? ¿POR QUE LA DEJA? Hasta que se lo ha explicado y todo ha cobrado sentido

    Solo le doy las gracias a Miguel por haberla provocado el accidente y que asi se reconciliaran y que ahora Cris este mejor de salud, lastima que lo tengan que ocultar...

    Esto del cumple, las sorpresas, los regalos, el sitio especial, que lo he flipado con la leyenda y todo, y sus besos, su amor, su todo hace que esta sea una gran historia...

    Me dejas flipada y solo te digo que enhorabuena, que ya me gustaria a mi escribir igual que tu, que eres una gran referente...

    ¡SIGUIENTE YA! Besos Ana (:

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