miércoles, 5 de septiembre de 2012

CAPÍTULO 46: FELIZ CUMPLEAÑOS


Para mi princesa, por ayudarme tanto estos días
y por hacer que mis noches sean especiales.
Siempre, empate. 

Cuando llegamos eran casi las diez, así que nos pusimos a preparar la cena en la pequeña cocina de la que sería nuestra casa estos cuatro días. Cenamos entre bromas y besos rápidos y cuando recogimos todo le abracé por detrás. Él me acarició los brazos sonriendo y le dejé un beso en la nuca. Colé mis manos por debajo de su camiseta y le acaricié el pecho mientras le dejaba besos lentos en la espalda. Al poco rato me frenó dándose la vuelta y agarrando mis manos. Me dio un beso en los labios inclinándome hacia atrás y sonreí.

-Espera… Que primero tengo que darte tu primer regalo ¿no? Pero bueno, que si no quieres nada, eh.

-¡Sí, sí! Dámelo ya, porfi. –Le puse morritos y se rió-.

-Voy a por él.

-¡Corre!

Fue a la habitación y abrió su maleta. Al volver me dijo que me tapara los ojos y se puso detrás de mí.

-No los abras, eh, no hagas trampa…

-Que noooo, pesado.

Cerré los ojos y me quitó el pelo del cuello, me dejó un beso dulce y acto seguido noté cómo me colocaba un colgante en él. Abrí los ojos y lo miré. No sé qué cara pondría en ese momento, pero estaba realmente impresionada, era lo más bonito que me habían regalado nunca.

El colgante era un simple circulito de plata con un pequeño diamante en uno de los lados, y por detrás estaba rayado C y D, 24. Nuestras iniciales, nuestra fecha, y mi vida entera, lo único que necesitaba para ser feliz.

-¿Te gusta? –Me di la vuelta, aún con el pequeño colgante entre mis manos y le miré a los ojos emocionada-.

-¿Qué si me gusta? Dani, es lo más bonito que me han regalado nunca…

-Ya, bueno… Fui a la tienda de ponys, pero no tenían rosas y opté por eso. –Me reí y le di un golpe en el brazo. Él se revolvió el pelo y sonrió-.

-Qué tonto… Me encanta, de verdad. Muchísimas gracias.

-No las des, pequeña –me acarició suavemente la cara y le cogí la mano- te lo mereces.

Entonces supe que sobraban las palabras, comprendí que nada de lo que dijera a continuación estaría a la altura. Miré sus labios con deseo y él me acercó un poco más a su cuerpo mientras yo subía los brazos a su cuello.

Sonreí a dos milímetros de sus labios y los junté con los míos en un beso lento, un beso dulce pero a la vez pasional, un beso que decía ‘te quiero’ a gritos.
Ayudándose por sus labios, Dani abrió los míos y coló su lengua para entrelazarla con la mía. Al principio jugueteaban nerviosas, como conociéndose, aunque ya fueran dependientes la una de la otra desde hace mucho tiempo. Después ese beso tornó en otro más pasional.

Colé mis manos por debajo de su camiseta y la deslicé despacio hacia arriba, solo separándome de sus labios para deshacerme de ella y que cayera al suelo. Noté sus manos, esas manos sin las que yo ya no podría vivir, en mis costados, e hizo lo mismo con mi camiseta que lo que yo había hecho con la suya hacía pocos segundos. Sonrió dentro del beso y me hizo sonreír a mí también.

Le desabroché el pantalón y caminé de espaldas hasta el dormitorio deshaciéndome de éste por el camino. Me empujó suavemente a la cama y tiró hacia abajo de mis vaqueros al ver que sobraban.
Se puso sobre mí y me agarró las manos subiéndolas por encima de mi cabeza. Se quedó mirándome y me incliné para darle un pequeño beso en los labios.
-No me mires así, que me da vergüe… -No me dejó acabar, me robó un beso y yo sonreí-.

Bajó sus besos por mi mejilla y tras susurrarme un ‘te quiero’ al oído empezó a besarme el cuello muy despacio. Me solté de sus manos y le quité los bóxers para después presionar su espalda con mis uñas. Esto lo aceleró aún más y tras un pequeño mordisco nos giró para que yo quedara encima. Me senté sobre él y desabroché mi sujetador tirándolo al suelo, Dani sonrió y me atrajo hacia él para pegar nuestros cuerpos. Me acarició la espalda desde arriba y cuando llegó abajo deslizó mi ropa interior por mis piernas hasta que se perdieron entre las frías sábanas que nosotros nos estábamos encargando de calentar.
En ese momento sonó un pitido en el móvil. Las doce en punto.

-Feliz cumpleaños, mi niña.

Me apartó el pelo de la cara y volví a besarle, esta vez más rápido. Le besé el cuello y cuando soltó el primer gemido nos dio la vuelta para volver a tener el control de la situación. Le acaricié el pelo de la nuca y nos miramos a los ojos a la vez que notaba como se introducía dentro de mí. Eché la cabeza hacia atrás cerrando los ojos y pegó sus labios a mi cuello dejándome suaves mordiscos en él mientras comenzaba a moverse sobre mí. Se me escapó un gemido agudo y atrapé su labio inferior entre mis dientes. Sus manos recorrían todos los rincones de mi cuerpo y yo me limitaba a agarrarme a su espalda y besarle el cuello, el hombro, el pecho… Cuando terminó le pedí más y me coloqué encima de él para llevar yo las riendas.

Puso sus manos en mi cintura y me moví encima de él dejando que nuestros gemidos se perdieran en la habitación.

Cuando los dos terminamos caí rendida a su lado, pero no tardé en sentir el frío de la noche y me abracé a su pecho cerrando los ojos.
Dani cogió una manta y nos la echó por encima volviendo a abrazarme. Terminó de calmar mi respiración acelerada con sus caricias en mi espalda y al poco tiempo me quedé dormida en su pecho, sonriendo.


2 comentarios:

  1. Pueden ser más bonitos? creo que no!
    me encanta como empieza esta celebración de su cumple! me encantan ellos y me encanta el regalo!
    había ganas ya de leerte! y con que perfección has vuelto!
    me encanta pequeñaja!!
    y enhorabuena otra vez por tu aprobado, que eres muy grande princesita!! te quiero!

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  2. Que ganitas tenia ya de leerte!
    Todavia no se como puedes hacer unos caps tan sumamente mjtrchcggfjd, es increible, con cada uno que haces te superas.
    Que regalo tan perfecto, un colgante con sus iniciales y su fecha ¿se puede ser mas bonito?
    Creo que no podia haber tenido un cumpleaños mejor,un cumpleaños llego de caricias, de besos, de deseo, de pasion...un cumpleaños lleno de amor.

    Y ese momento, a las 12 en punto cuando suena la alarma del movil y le dice:
    "Feliz cumpleaños, mi niña"

    Se que siempre me repito, que te digo que me encanta leerte, tu historia es perfecta y siempre tengo ganas de mas.Pero es que es asi, si te lo digo es porque lo pienso y te lo seguire diciendo 1000 veces si hace falta, para que te quede claro y nunca lo olvides.

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