Para mi princesa, por ayudarme tanto estos días
y por hacer que mis noches sean especiales.
Siempre, empate.
Cuando llegamos eran casi las diez, así que nos
pusimos a preparar la cena en la pequeña cocina de la que sería nuestra casa
estos cuatro días. Cenamos entre bromas y besos rápidos y cuando recogimos todo
le abracé por detrás. Él me acarició los brazos sonriendo y le dejé un beso en
la nuca. Colé mis manos por debajo de su camiseta y le acaricié el pecho
mientras le dejaba besos lentos en la espalda. Al poco rato me frenó dándose la
vuelta y agarrando mis manos. Me dio un beso en los labios inclinándome hacia
atrás y sonreí.
-Espera… Que primero tengo que darte tu primer regalo
¿no? Pero bueno, que si no quieres nada, eh.
-¡Sí, sí! Dámelo ya, porfi. –Le puse morritos y se
rió-.
-Voy a por él.
-¡Corre!
Fue a la habitación y abrió su maleta. Al volver me
dijo que me tapara los ojos y se puso detrás de mí.
-No los abras, eh, no hagas trampa…
-Que noooo, pesado.
Cerré los ojos y me quitó el pelo del cuello, me dejó
un beso dulce y acto seguido noté cómo me colocaba un colgante en él. Abrí los
ojos y lo miré. No sé qué cara pondría en ese momento, pero estaba realmente
impresionada, era lo más bonito que me habían regalado nunca.
El colgante era un simple circulito de plata con un
pequeño diamante en uno de los lados, y por detrás estaba rayado C y D, 24. Nuestras iniciales, nuestra
fecha, y mi vida entera, lo único que necesitaba para ser feliz.
-¿Te gusta? –Me di la vuelta, aún con el pequeño
colgante entre mis manos y le miré a los ojos emocionada-.
-¿Qué si me gusta? Dani, es lo más bonito que me han
regalado nunca…
-Ya, bueno… Fui a la tienda de ponys, pero no tenían
rosas y opté por eso. –Me reí y le di un golpe en el brazo. Él se revolvió el
pelo y sonrió-.
-Qué tonto… Me encanta, de verdad. Muchísimas
gracias.
-No las des, pequeña –me acarició suavemente la cara
y le cogí la mano- te lo mereces.
Entonces supe que sobraban las palabras, comprendí
que nada de lo que dijera a continuación estaría a la altura. Miré sus labios
con deseo y él me acercó un poco más a su cuerpo mientras yo subía los brazos a
su cuello.
Sonreí a dos milímetros de sus labios y los junté con
los míos en un beso lento, un beso dulce pero a la vez pasional, un beso que
decía ‘te quiero’ a gritos.
Ayudándose por sus labios, Dani abrió los míos y coló
su lengua para entrelazarla con la mía. Al principio jugueteaban nerviosas,
como conociéndose, aunque ya fueran dependientes la una de la otra desde hace
mucho tiempo. Después ese beso tornó en otro más pasional.
Colé mis manos por debajo de su camiseta y la deslicé
despacio hacia arriba, solo separándome de sus labios para deshacerme de ella y
que cayera al suelo. Noté sus manos, esas manos sin las que yo ya no podría
vivir, en mis costados, e hizo lo mismo con mi camiseta que lo que yo había
hecho con la suya hacía pocos segundos. Sonrió dentro del beso y me hizo
sonreír a mí también.
Le desabroché el pantalón y caminé de espaldas hasta
el dormitorio deshaciéndome de éste por el camino. Me empujó suavemente a la
cama y tiró hacia abajo de mis vaqueros al ver que sobraban.
Se puso sobre mí y me agarró las manos subiéndolas
por encima de mi cabeza. Se quedó mirándome y me incliné para darle un pequeño
beso en los labios.
-No me mires así, que me da vergüe… -No me dejó
acabar, me robó un beso y yo sonreí-.
Bajó sus besos por mi mejilla y tras susurrarme un
‘te quiero’ al oído empezó a besarme el cuello muy despacio. Me solté de sus
manos y le quité los bóxers para después presionar su espalda con mis uñas.
Esto lo aceleró aún más y tras un pequeño mordisco nos giró para que yo quedara
encima. Me senté sobre él y desabroché mi sujetador tirándolo al suelo, Dani
sonrió y me atrajo hacia él para pegar nuestros cuerpos. Me acarició la espalda
desde arriba y cuando llegó abajo deslizó mi ropa interior por mis piernas
hasta que se perdieron entre las frías sábanas que nosotros nos estábamos
encargando de calentar.
En ese momento sonó un pitido en el móvil. Las doce
en punto.
-Feliz cumpleaños, mi niña.
Me apartó el pelo de la cara y volví a besarle, esta
vez más rápido. Le besé el cuello y cuando soltó el primer gemido nos dio la
vuelta para volver a tener el control de la situación. Le acaricié el pelo de
la nuca y nos miramos a los ojos a la vez que notaba como se introducía dentro
de mí. Eché la cabeza hacia atrás cerrando los ojos y pegó sus labios a mi
cuello dejándome suaves mordiscos en él mientras comenzaba a moverse sobre mí.
Se me escapó un gemido agudo y atrapé su labio inferior entre mis dientes. Sus
manos recorrían todos los rincones de mi cuerpo y yo me limitaba a agarrarme a
su espalda y besarle el cuello, el hombro, el pecho… Cuando terminó le pedí más
y me coloqué encima de él para llevar yo las riendas.
Puso sus manos en mi cintura y me moví encima de él
dejando que nuestros gemidos se perdieran en la habitación.
Cuando los dos terminamos caí rendida a su lado, pero
no tardé en sentir el frío de la noche y me abracé a su pecho cerrando los ojos.
Dani cogió una manta y nos la echó por encima
volviendo a abrazarme. Terminó de calmar mi respiración acelerada con sus
caricias en mi espalda y al poco tiempo me quedé dormida en su pecho, sonriendo.
Pueden ser más bonitos? creo que no!
ResponderEliminarme encanta como empieza esta celebración de su cumple! me encantan ellos y me encanta el regalo!
había ganas ya de leerte! y con que perfección has vuelto!
me encanta pequeñaja!!
y enhorabuena otra vez por tu aprobado, que eres muy grande princesita!! te quiero!
Que ganitas tenia ya de leerte!
ResponderEliminarTodavia no se como puedes hacer unos caps tan sumamente mjtrchcggfjd, es increible, con cada uno que haces te superas.
Que regalo tan perfecto, un colgante con sus iniciales y su fecha ¿se puede ser mas bonito?
Creo que no podia haber tenido un cumpleaños mejor,un cumpleaños llego de caricias, de besos, de deseo, de pasion...un cumpleaños lleno de amor.
Y ese momento, a las 12 en punto cuando suena la alarma del movil y le dice:
"Feliz cumpleaños, mi niña"
Se que siempre me repito, que te digo que me encanta leerte, tu historia es perfecta y siempre tengo ganas de mas.Pero es que es asi, si te lo digo es porque lo pienso y te lo seguire diciendo 1000 veces si hace falta, para que te quede claro y nunca lo olvides.