martes, 18 de septiembre de 2012

CAPÍTULO 49: MASOCA...



Me desperté cuando un trueno retumbó en el cielo y eran las seis de la tarde, me había quedado dormida, después de comer, encima de Dani pero ahora no estaba. Fui a la habitación, al baño y a la cocina gritando su nombre pero no contestaba nadie, entonces vi una nota pegada a la puerta.

“He bajado al pueblo a comprar un par de cosas para esta noche, pero vuelvo pronto. Te quiero”

Otro trueno. Fui a la habitación y me escondí debajo de las mantas. El viento y la lluvia golpeaban las ventanas y, para qué negarlo, tenía miedo allí sola.
Dani tardó solo quince minutos en llegar, aunque se me hicieron eternos, cuando le vi aparecer por la puerta salté de la cama y me acurruqué en su pecho. Dejó las bolsas en el suelo y me estrechó contra su pecho tosiendo.
-Ei, pequeña, ¿qué pasa?
-Que tenía miedo… Y tú estás empapado… -Me separé un poco y se quitó la sudadera-.
-Ya… Es que fui andando porque hacía buen tiempo, y mira ahora.
-Pues corre a la ducha, que como te pongas malo la hemos liado. –Sonrió y se quitó la camiseta, también empapada-.
-Vale, voy…

Llevó las bolsas a la cocina y cogió algo que no pude ver de una de ellas guardándoselo en el bolsillo de los vaqueros. Me senté en el sofá y puse la tele, pero a los cinco minutos más o menos Dani me llamó.
-Cris, ¿puedes venir?
-Sí, ¿qué quie… -Entré al baño y vi que había llenado la bañera de agua y espuma y había puesto velitas alrededor. Sonreí y me giré hacia él- ¿Y esto?
-Pues que una ducha juntos iba a ser muy cutre para celebrar tu cumple, ¿o no?

Volví a sonreír y subí mis brazos a su cuello rodeándolo.
-Te quiero. –Rocé mis labios con los suyos y sonrió-.
-Y yo, mi niña. –Junté nuestros labios en un beso rápido y una de sus manos se coló en mi camiseta. Le acaricié el pecho y me separé un poco-.
-Dani, estás helado.
-Hombre, sigo empapado y hace un frío horrible ahí fuera, quizá eso cuente…
-Imbécil… -Me reí y le golpeé el brazo- Pues métete en la bañera, que voy a coger dos toallas.

Fui a la habitación a por las toallas y al volver al baño las dejé encima del lavabo, apagué las luces para que solo se vieran las velas y me desnudé para entrar con él a la bañera.
Me senté de espaldas a él apoyando mi cabeza en su hombro y cerré los ojos, noté como se aferraba a mi cintura con sus brazos y sonreí.
-Definitivamente… Este es el mejor cumpleaños de mi vida.
-Me alegro, chiquitina. ¿Y a tus padres no les ha molestado que vengas? Ellos también querrían estar contigo… -Me giré un poco para mirarle y dejó un beso en mi mejilla-.
-Qué va. A mi madre le encantas, y mi padre dice que me convienes, que no te deje escapar. ¿Quieres que te cuente una cosa? –Volvió a besar mi mejilla con una sonrisa de niño pequeño emocionado y asintió con la cabeza- A ver… Bueno. Cuando me dejaste y me ingresaron, al despertar en el hospital estaban mis padres, y me preguntaron que qué había pasado. Les conté que estaba haciendo el tonto en casa y que me caí y me di un golpe en la cabeza, no les dije que me desmayé por el mensaje, y… -Agachó la cabeza y busqué su mirada- Dani, que está todo bien, estoy bien, y estamos juntos ¿no? No te culpes más por eso…
-Pero es que yo tuve la culpa, Cris…
-No. Tú intentaste hacerme más fácil dejar de quererte creyendo que te odiaría, pero no pude, así que no es culpa tuya… Deja que termine de contártelo.
-Vale. –Suspiró y me eché el pelo a un lado-.
-Bueno, como mis padres te tenían en un altar y en cierto modo yo no quería aceptar que todo había sido mentira, que en realidad no me querías, les conté que nos peleamos y que nos estábamos dando un tiempo, y que no venías a verme porque estabas en un viaje de negocios, pero que estábamos bien.
-¿Por qué hacías todo eso? Y aquel día en plató, delante de Anna… ¿Por qué no le dijiste que te habías mareado por mi culpa?
-Pues porque la cara que mostrabas conmigo era realmente asquerosa, y no quería que nadie se enfadara contigo por mi culpa. Yo te seguía queriendo, al fin y al cabo. –Me abrazó más fuerte y sonreí. Pegó sus labios a mi cuello y me susurró al oído-.
-Yo también te he querido, siempre, siempre, siempre.

Bajó otra vez con sus labios a mi cuello y comenzó a besarme muy despacio, mi respiración empezó a acelerarse y subió su mano de mi cintura a mi pecho, con la otra me sujetaba fuertemente pegándome a él. Suspiré cerrando los ojos y eché la cabeza hacia atrás dándole más accesibilidad. Sonreí al notar que él también se estaba poniendo contento y me apoyó en la bañera para dejarse caer encima de mí. Entendí que quería llevar las riendas y me dejé hacer, agarrándome a sus hombros con la poca fuerza que tenía ya… Puse las plantas de mis pies en la bañera doblando las piernas y se colocó en medio de estas.

Dirigió sus besos por mi pecho y atrapó mi pezón con sus dientes, yo le clavé las uñas suavemente en la espalda y solté un gemido agudo.
-Dani… -Subió de nuevo hasta mi boca y le mordí el labio con pasión impulsando con ansia mis caderas hacia arriba- Sigue.
Sonrió pícaramente y bajó su mano por mi estómago hasta llevarla entre mis piernas, le mordí en el hombro y le besé el cuello al mismo ritmo que él me acariciaba.
Escondí mi cabeza en su cuello acariciándole el pelo de la nuca y me agarró fuerte de la cintura para atraerme hacia él e introducirse dentro de mí.
Le arañé la espalda y soltó una risita nerviosa mientras se movía encima de mí.

-Adoro que hagas eso. -sonreí al escuchar su voz igual de entrecortada que la mía-.
-Masoca…
-No… -gemí y él suspiró- Me pone mucho –Volví a clavar mis uñas en su espalda y sonrió-.
-Me encantas.
-Exagerada. –Le besé el cuello demostrándole lo mucho que me gustaba y le mordí el lóbulo de la oreja-.
-Calla y sigue.

Aumentó el ritmo y tras varios gemidos más por mi parte y mordiscos por la suya terminamos. Se quedó tumbado encima de mí y le rodeé el cuello con los brazos abrazándole contra mi cuerpo, él se aferró a mi cintura y nuestros cuerpos quedaron pegados a cada milímetro. Sonreí y le mordí suavemente la oreja. Me dio un beso entre el hombro y el cuello y escondió la cabeza ahí.
-Y yo adoro que hagas eso siempre que terminamos de hacer el amor… -Noté su sonrisa en mi cuello y se incorporó un poco para  besarme-.
-Y yo te adoro a ti, ¿eso sirve?
-Siempre sirve. –Sonrió y me estrechó contra su pecho volviendo a besarme lento, suave, entrelazando nuestras lenguas tranquilamente-. 

1 comentario:

  1. Este cap ha sido maravilloso,cualquier adjetivo con el que lo describa se quedaria corto, me ha enamorado.
    Dani es tan sumamente mono...ese baño que le prepara ¡quiero un Dani en mi vida! porque como dijo el

    "Pues que una ducha juntos iba a ser muy cutre para celebrar tu cumple, ¿o no?"

    Y esa charla que comparten en el baño, llena de confidencias,llena de muestras de cariño, de caricias, llena de AMOR.
    Porque tan bonito juntos,como se tratan, como se miman, como se quieren,son puro amor.

    Menudo polvazo, sin palabra simplemente PERFECTO, ello juntos son perfectos.

    No se si te habia dicho en alguna ocasion que adoro tu historia pero si lo he dicho no me importa repetirlo 100 veces LA ADORO.

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