viernes, 20 de julio de 2012

CAPÍTULO 22: MIEDO


Me fui hacia el salón sin hacerle caso y me senté en el sofá con las piernas cruzadas.
-Vamos Cris, no me jodas… -Le miré y agaché la cabeza-.
-No quiero ir por ahí dando pena, joder.
-¿Pena? ¿Se puede saber de qué cojones hablaba Irene?
-Joder Dani, tranquilízate eh. Siéntate… -Se sentó a mi lado y le miré a los ojos varios segundos creando un silencio eterno entre nosotros, pero que me sirvió para saber que podía confiar en él.- Yo… Ehm… Es que no sé por dónde empezar…
-Pues por el principio. –Me cogió las manos y las besó dulcemente. Suspiré y me senté en la mesita de delante del sofá para estar cara a cara con él-.
-Cuando era pequeña, con cuatro años más o menos, me dio un ataque de ansiedad por alguna tontería. Mis padres no le dieron importancia porque una vecina nos dijo que eso era normal, pero pocos días después volvió a pasarme. A la tercera o cuarta vez mis padres estaban preocupados y me llevaron al hospital. Me hicieron muchas pruebas y tuve que estar dos días ingresada, pero era pequeña y no me enteraba de nada.
Los médicos dijeron que no era nada, que era normal y que no creían que volviera a pasarme. Entonces yo tenía unos cinco años. Con doce, en el cumpleaños de Irene empecé a marearme y… -Paré de hablar y suspiré, me costaba mucho contar esto-. Joder, Dani… -Le miré a los ojos y me apretó las manos-.
-Cris, cuéntamelo entero. Sé que puedes, cielo. –Suspiré y pestañeé para que no salieran lágrimas-.
-Empecé a marearme y no le di importancia, pero se me nubló la vista varias veces y me dio fiebre.
-Cris, pero si eso es lo que te pasó en casa…
-Déjame terminar. La madre de Irene me dio un jarabe para la fiebre, pero seguía subiendo y me llevaron directamente al hospital. Llegando allí me desmayé y desperté tres meses después en el hospital llena de cables. Había estado en una especie de coma, o algo así, pero tenía las defensas muy bajas y tuve que perder muchos meses de clase… Estuve tiempo sin poder salir de casa e Irene venía todos los días a verme. No saben qué enfermedad es, ni siquiera saben si es una enfermedad, pero pueden saber si aumenta en gravedad mediante unas pruebas que tengo que hacerme todos los años en marzo, que fue cuando desperté en el hospital… -Una lágrima cayó por mi mejilla al recordar todo eso-.
-¿Por qué no me lo habías contado?
-No sabía si querías saberlo, si te importaba… O no sé, yo que sé… A lo mejor pensabas que lo hacía para dar pena.
-Joder, Cristina… Ven aquí. –Me senté en sus rodillas y me abrazó acariciándome el pelo-. ¿Y este año aún no te has hecho las pruebas? Estamos ya en mayo… -Negué con la cabeza sin mirarle-. ¿Por qué no quieres hacértelas?
-Me da miedo el resultado. –Le miré a los ojos y me acarició la cara-.
-¿Y hay alguna forma de prevenir lo de los mareos, y todo eso?
-Sí… No tener emociones fuertes y comer bien…
-Cris, joder…
-Ya lo sé.
-Mañana te recojo de Globomedia a las seis en punto y vamos al hospital a que te hagas las pruebas ¿me oyes? Y no acepto un no por respuesta. –Suspiré y asentí lentamente. Escondí mi cabeza en su cuello y dejé caer un par de lágrimas-.
-Te quiero, Dani.
-Y yo te adoro, mi niña… -Al rato me separé y me senté a su lado-.
-Dani… ¿Y si sale mal? ¿Y si ha aumentado, qué?
-Pues lo afrontaremos juntos, no nos queda otra, ¿no? –Sonrió y me acarició la cara-. Sonríe un poquito, anda… -Sonreí de lado y se levantó ayudándome a mí-. Y vamos a cenar, que son las diez ya y mañana se trabaja.

Cenamos poco y mi madre llamó a casa a las once para saber si estaba bien.
“Sí mamá… Estoy bien. Estoy sola, claro, ¿con quién voy a estar?” –Me agobié y miré a Dani, él puso cara de extrañado-.
 “Es que la vecina de abajo me ha dicho que te ha visto subir a casa con alguien…”
“Ah, pues sería Irene, que ha venido a recoger los bikinis que se dejó hace un tiempo”
“Bueno hija, pues nada… ¿Has cenado?”
“Sí que he cenado, y he comido, y he hecho todo mamá… Te cuelgo, que me voy a dormir ya ¿vale? Venga, un besito… Pasáoslo bien”
Colgué el teléfono después de que mi madre se despidiera de mí y fui a mi habitación con Dani.
-Joder, qué mal rato… -Se rió y me rodeó la cintura con sus brazos-.
-¿Qué pasaría si me pillaran aquí?
-Hombre… Pues no me echarían de casa, pero no les haría gracia. Sigo siendo su niña… -Me reí y le alcé mis brazos al cuello-.
-Pues anda que si vieran a su niña por las noches… -Se rió guiñándome un ojo y le pegué en el brazo-.
-Eres un imbécil… -Me reí y me fui al baño a ducharme-.

Cuando salí del baño Dani estaba medio dormido en mi cama, así que me acosté a su lado y nos abrazamos debajo de las sábanas.
Se incorporó un momento y le miré extrañada.
-¿Qué haces?
-Espera… Quiero escuchar esto contigo.
Cogió su móvil del suelo y puso “En mis venas” de Supersubmarina. Al ritmo de esta canción nos dormimos juntos una noche más, abrazados como dos enamorados. 

2 comentarios:

  1. Que ganas tenia de este cap! Me alegro que Cris confie en Dani y que Dani lo entienda el cap es perfecto! <3
    Siguiente bonita
    Te quiero

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  2. no puedo ni comentar.. jo-der!
    no he llegado a llorar pero poco a faltado al leer todo lo contado por Cris, es raro, es intenso, son ganas de abrazarla y achucharla, y Dani, es ternura, siempre con ella, apoyandola, cuidandola, sin separarse de ella.
    Ese momento dormir abrazados como dos enamoradon con esa cancion es tan tierno, tan adorable tan alkashfñsadlkfhñasdg
    me encanta, me encanta mucho cari!!

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