Para Anna, porque era de las que más
esperaba este momento
Viernes
por la mañana. Me levanto con más energía que nunca y me meto a la ducha. Me
visto, me peino, me maquillo un poco y cojo el bolso.
Miro
el móvil y veo dos llamadas perdidas de Dani, así que le llamo:
“Buenos
días, guapo, ¿me has llamado? Es que estaba en la ducha”
“Buenos
días, bonita. Sí, era para decirte que esta noche no hagas planes eh, que te
tengo algo preparado” Me senté en el sofá y me mordí el labio.
“¿Ah
sí? Yo es que pensaba irme con Patri de fiesta, que me lo dijo y tal…” Me
apetecía picarlo un poco.
“Ah…
Bueno, pues nada, ya nos veremos mañana si eso” Su voz se iba apagando conforme
iba hablándome.
“¡Que
es broma imbécil! Me muero de ganas de verte… Aunque lo haya hecho hace unas
horas”
“Ay,
qué cruel eres, joder. Yo también quiero verte… Te paso a recoger a tu casa a
las ocho en punto, y dile a tu madre que duermes en casa de alguien eh” Me reí
y subí las piernas al sofá.
“Vale,
tranquilo que yo se lo digo… ¿Pero por qué tan tarde, a las ocho? Yo quiero
verte antes”
“No
te quejes anda, que luego te recompensaré, pero es que tengo que preparar todo”
“Bueno,
vale… ¡Te dejo que ya voy tarde! Hasta esta noche, amor”
“¡Hasta
luego Pedrochada!”
Ese
día estaba feliz y la gente me lo notó, presentía que iba a ser una noche muy
especial… A las seis me fui para casa, tampoco tenía tanto tiempo para
arreglarme.
Aproveché
el peinado y el maquillaje que me habían hecho en el programa y me puse a
elegir vestido. Me probé más de diez diferentes y al final opté por uno
bastante sencillo: negro de tirantes con aberturas en la cintura y en la
espalda. Me puse también unos tacones negros y me preparé algo de ropa para el
día siguiente ir más cómoda.
Le
dije a mi madre que me iba de fiesta y a cenar con Irene, y que dormiría en su
casa, no quería que se enterara tan pronto de lo de Dani, aunque si publicaban
las fotos… El timbre me sacó de mis pensamientos y tras contestar bajé al
portal.
Dani
me estaba esperando apoyado en la puerta de su coche, iba guapísimo; pantalones
granates y camisa vaquera. En la mano llevaba un globo rojo, que me dio cuando
llegué a su lado.
-No
he encontrado ninguna floristería abierta… -Me reí y me acerqué a él hasta
quedar a un centímetro de su boca-.
-Me
encanta. –Sonreí y rocé mis labios con los suyos. Él se mordió el labio y me
cogió la mano para darme una vuelta sobre mí misma, parecía que quería ir
despacio esa noche-.
-Estás
preciosa.
-Y
tú vas guapísimo, y muy sexy. –Nos reímos y montamos al coche rumbo a su casa-.
Llegamos
y cuando abrió la puerta mi cara debió ser un poema, porque soltó una pequeña
carcajada. Tuvo que empujarme a dentro porque me quedé paralizada en la puerta.
Precioso es poco.
Había
puesto velas, pétalos de rosa, música, y una mesa increíble para cenar… Aquello
no tenía precio, en serio.
-Tú…
Tú quieres que se me corra todo el maquillaje ¿no? –Fue lo primero que dije
cuando se me humedecieron los ojos. Él se rió y me cogió la mano-.
-¿Me
permite este baile, señorita? –Sonreí y agarré su mano-.
-Cómo
no, caballero.
Empezamos
a bailar una canción lenta que había puesta en la radio, ninguno de los dos
sabíamos bailar así que aquello visto desde fuera debió ser algo muy gracioso,
pero a nosotros nos parecía lo más bonito del mundo.
Cuando
terminó la canción Dani me acercó a él y me dio un dulce beso en los labios con
mi cara entre sus manos. Le abracé por la cintura y él a mí por los hombros, y
le dejé un beso en el cuello.
Nos
quedamos un rato abrazados, yo con la cabeza apoyada de lado en su pecho y él
con sus labios en mi pelo.
-Gracias
por esto Dani, gracias por todo… Eres increíble. -Se separó un poco y volvió a
coger mi cara con sus manos, mirándome fijamente a los ojos-.
-Cris,
ahora estoy seguro.
-¿Cómo?
-Sí,
que ahora estoy seguro. Seguro de que te quiero. –Se me llenaron los ojos de
lágrimas, pero de alegría. Me había dicho que me quería…-
-Yo
sí que te quiero… -Me limpió una lágrima de la mejilla y volvió a besarme
cerrando fuerte los ojos-.
Eran
ya las nueve y pico, así que nos pusimos a cenar. Había preparado un montón de
cosas, y estaba todo buenísimo, aunque yo no comía mucho últimamente, no sabía
por qué…
-Qué
poquito has cenado cari… ¿y eso? –Puso su mano sobre la mía encima de la mesa-.
-Ya,
es que últimamente no suelo comer mucho. –Sonreí para que no se preocupara-.
Pero vamos, que tampoco lo hacía antes…
-Bueno…
-Asintió no muy convencido-.
-No
te preocupes por una tontería, eh, que te conozco. –Me levanté de la mesa y me
fui hacia su lado para sentarme en sus piernas de lado, él colocó sus brazos
alrededor de mi cintura-.
-Ya,
ya, pero tienes que comer un poco más ¿sí?
-Sí,
papá… -Hablé con ironía y le di un pequeño beso en los labios-.
-Ahg
Cris, sabes que odio que hagas eso. –Se rió acercándose a mi boca-. Es mejor
así… -Me dio un beso más largo que el que yo le había dado a él, y cuando iba a
separarse le agarré de la nuca-.
Comencé
a besarle muy lentamente y desabroché dos botones de su camisa. Noté como se
erizaba y sonreí dentro del beso, lo que le hizo sonreír a él también. Nos
levantó y aumentó un poco el ritmo del beso.
De
repente me giró, poniéndome de espaldas a él y me hizo el pelo hacia un lado
para besarme el cuello y yo hice hacia atrás la cabeza pidiéndole más.
Me
baja hasta abajo la cremallera del vestido y lo dejo caer por mis hombros, me
giro y le miro a los ojos. En ese momento solo quiero gritar al mundo que le
quiero, que le deseo.
Desabrocho
todos los botones de su camisa y la dejo caer al suelo para darle un par de
besos en el pecho. Me coge en brazos y me lleva a la habitación. Allí
desabrocho el cinturón y el botón de sus pantalones granates.
Se
termina de quitar los pantalones y me pega completamente a su cuerpo. Me siento
en la cama y él viene detrás mío, acostándose sobre mí me acaricia suavemente
los brazos hasta llegar a mis manos, las cuales agarra fuerte para volver a
besarme.
Me
besa más rápido, ahora con más pasión, entrelazando nuestras lenguas en cada
beso que me da. Baja a mi cuello y me besa como nunca antes lo ha hecho, y yo
le demuestro que me gusta en forma de suspiros rebeldes e involuntarios que salen directamente de mi garganta.
Nos
deshacemos el uno del otro de las pocas prendas de ropa que nos quedan y nos
giro para quedar encima de él. Le doy besos por todo el pecho y le beso el
cuello muy despacio, subo a su oreja y tras susurrarle un pequeño “soy
tuya” en ella, le muerdo suavemente el
lóbulo.
Veo
como se eriza de nuevo y nos gira para volver a nuestra posición inicial. Me
mira a los ojos y yo le sonrío. Me da un beso largo en el que noto una lágrima
suya caer a mi mejilla, cuando comienza a hacerme el amor.
Y
yo disfruto como nunca antes lo he hecho con nadie, porque sé que le quiero y
sé que me él también me quiere. Y me hace tocar el cielo varias veces en esa
noche, mientras toda nuestra pasión y nuestro amor se mezclan con un haz de luz
de luna que entra por la ventana, las sábanas de seda de su cama y nuestros
suspiros de placer.
muero de amor!
ResponderEliminarpor favor rgracias por dedicarme el cap!
sabía yo que el ya la queria!
me parece sencillamente perfecta su primera vez!
ganas mil de saber como sigue todo!
te adoro mi niña bonita!!
te quiero!!
¿No puedes escribir mejor, verdad? Es IMPRESIONANTE. Y te lo digo muy en serio eh. Tu historia tiene algo que la hace especial, no sabría decirte el qué. Pero es INCREÍBLE. Me habías dicho antes que el capítulo 15 me iba a gustar. Pues no, no solo me ha gustado. ¡ME HA ENCANTADO! ¡Qué perfección, joder! Muero de amor con todos tus capítulos, pero con este mucho más. Me encanta que ya se hayan dicho que se quieren. Aunque yo ya sabía que se querían. Era obvio. Adoro la forma tan especial en la que Dani la hace suya. Es extremadamente perfecto. Muero de ganas de leer toda tu historia de golpe. Es que buff... No hay palabras para describirla. Es MARAVILLOSA. Y me ha encantado también que Cris le pique a Dani al principio del capítulo y el muy tontito se lo crea. ¡Ay pobrecito mi niño! Te quiero cosa bonita.
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