miércoles, 11 de julio de 2012

CAPÍTULO 15: SOY TUYA



Para Anna, porque era de las que más
esperaba este momento


Viernes por la mañana. Me levanto con más energía que nunca y me meto a la ducha. Me visto, me peino, me maquillo un poco y cojo el bolso.
Miro el móvil y veo dos llamadas perdidas de Dani, así que le llamo:
“Buenos días, guapo, ¿me has llamado? Es que estaba en la ducha”
“Buenos días, bonita. Sí, era para decirte que esta noche no hagas planes eh, que te tengo algo preparado” Me senté en el sofá y me mordí el labio.
“¿Ah sí? Yo es que pensaba irme con Patri de fiesta, que me lo dijo y tal…” Me apetecía picarlo un poco.
“Ah… Bueno, pues nada, ya nos veremos mañana si eso” Su voz se iba apagando conforme iba hablándome.
“¡Que es broma imbécil! Me muero de ganas de verte… Aunque lo haya hecho hace unas horas”
“Ay, qué cruel eres, joder. Yo también quiero verte… Te paso a recoger a tu casa a las ocho en punto, y dile a tu madre que duermes en casa de alguien eh” Me reí y subí las piernas al sofá.
“Vale, tranquilo que yo se lo digo… ¿Pero por qué tan tarde, a las ocho? Yo quiero verte antes”
“No te quejes anda, que luego te recompensaré, pero es que tengo que preparar todo”
“Bueno, vale… ¡Te dejo que ya voy tarde! Hasta esta noche, amor”
“¡Hasta luego Pedrochada!”

Ese día estaba feliz y la gente me lo notó, presentía que iba a ser una noche muy especial… A las seis me fui para casa, tampoco tenía tanto tiempo para arreglarme.
Aproveché el peinado y el maquillaje que me habían hecho en el programa y me puse a elegir vestido. Me probé más de diez diferentes y al final opté por uno bastante sencillo: negro de tirantes con aberturas en la cintura y en la espalda. Me puse también unos tacones negros y me preparé algo de ropa para el día siguiente ir más cómoda.
Le dije a mi madre que me iba de fiesta y a cenar con Irene, y que dormiría en su casa, no quería que se enterara tan pronto de lo de Dani, aunque si publicaban las fotos… El timbre me sacó de mis pensamientos y tras contestar bajé al portal.
Dani me estaba esperando apoyado en la puerta de su coche, iba guapísimo; pantalones granates y camisa vaquera. En la mano llevaba un globo rojo, que me dio cuando llegué a su lado.
-No he encontrado ninguna floristería abierta… -Me reí y me acerqué a él hasta quedar a un centímetro de su boca-.
-Me encanta. –Sonreí y rocé mis labios con los suyos. Él se mordió el labio y me cogió la mano para darme una vuelta sobre mí misma, parecía que quería ir despacio esa noche-.
-Estás preciosa.
-Y tú vas guapísimo, y muy sexy. –Nos reímos y montamos al coche rumbo a su casa-.

Llegamos y cuando abrió la puerta mi cara debió ser un poema, porque soltó una pequeña carcajada. Tuvo que empujarme a dentro porque me quedé paralizada en la puerta. Precioso es poco.
Había puesto velas, pétalos de rosa, música, y una mesa increíble para cenar… Aquello no tenía precio, en serio.
-Tú… Tú quieres que se me corra todo el maquillaje ¿no? –Fue lo primero que dije cuando se me humedecieron los ojos. Él se rió y me cogió la mano-.
-¿Me permite este baile, señorita? –Sonreí y agarré su mano-.
-Cómo no, caballero.
Empezamos a bailar una canción lenta que había puesta en la radio, ninguno de los dos sabíamos bailar así que aquello visto desde fuera debió ser algo muy gracioso, pero a nosotros nos parecía lo más bonito del mundo.
Cuando terminó la canción Dani me acercó a él y me dio un dulce beso en los labios con mi cara entre sus manos. Le abracé por la cintura y él a mí por los hombros, y le dejé un beso en el cuello.
Nos quedamos un rato abrazados, yo con la cabeza apoyada de lado en su pecho y él con sus labios en mi pelo.
-Gracias por esto Dani, gracias por todo… Eres increíble. -Se separó un poco y volvió a coger mi cara con sus manos, mirándome fijamente a los ojos-.
-Cris, ahora estoy seguro.
-¿Cómo?
-Sí, que ahora estoy seguro. Seguro de que te quiero. –Se me llenaron los ojos de lágrimas, pero de alegría. Me había dicho que me quería…-
-Yo sí que te quiero… -Me limpió una lágrima de la mejilla y volvió a besarme cerrando fuerte los ojos-.
Eran ya las nueve y pico, así que nos pusimos a cenar. Había preparado un montón de cosas, y estaba todo buenísimo, aunque yo no comía mucho últimamente, no sabía por qué…
-Qué poquito has cenado cari… ¿y eso? –Puso su mano sobre la mía encima de la mesa-.
-Ya, es que últimamente no suelo comer mucho. –Sonreí para que no se preocupara-. Pero vamos, que tampoco lo hacía antes…
-Bueno… -Asintió no muy convencido-.
-No te preocupes por una tontería, eh, que te conozco. –Me levanté de la mesa y me fui hacia su lado para sentarme en sus piernas de lado, él colocó sus brazos alrededor de mi cintura-.
-Ya, ya, pero tienes que comer un poco más ¿sí?
-Sí, papá… -Hablé con ironía y le di un pequeño beso en los labios-.
-Ahg Cris, sabes que odio que hagas eso. –Se rió acercándose a mi boca-. Es mejor así… -Me dio un beso más largo que el que yo le había dado a él, y cuando iba a separarse le agarré de la nuca-.
Comencé a besarle muy lentamente y desabroché dos botones de su camisa. Noté como se erizaba y sonreí dentro del beso, lo que le hizo sonreír a él también. Nos levantó y aumentó un poco el ritmo del beso.
De repente me giró, poniéndome de espaldas a él y me hizo el pelo hacia un lado para besarme el cuello y yo hice hacia atrás la cabeza pidiéndole más.
Me baja hasta abajo la cremallera del vestido y lo dejo caer por mis hombros, me giro y le miro a los ojos. En ese momento solo quiero gritar al mundo que le quiero, que le deseo.
Desabrocho todos los botones de su camisa y la dejo caer al suelo para darle un par de besos en el pecho. Me coge en brazos y me lleva a la habitación. Allí desabrocho el cinturón y el botón de sus pantalones granates.
Se termina de quitar los pantalones y me pega completamente a su cuerpo. Me siento en la cama y él viene detrás mío, acostándose sobre mí me acaricia suavemente los brazos hasta llegar a mis manos, las cuales agarra fuerte para volver a besarme.
Me besa más rápido, ahora con más pasión, entrelazando nuestras lenguas en cada beso que me da. Baja a mi cuello y me besa como nunca antes lo ha hecho, y yo le demuestro que me gusta en forma de suspiros rebeldes e involuntarios  que salen directamente de mi garganta.
Nos deshacemos el uno del otro de las pocas prendas de ropa que nos quedan y nos giro para quedar encima de él. Le doy besos por todo el pecho y le beso el cuello muy despacio, subo a su oreja y tras susurrarle un pequeño “soy tuya”  en ella, le muerdo suavemente el lóbulo.
Veo como se eriza de nuevo y nos gira para volver a nuestra posición inicial. Me mira a los ojos y yo le sonrío. Me da un beso largo en el que noto una lágrima suya caer a mi mejilla, cuando comienza a hacerme el amor.
Y yo disfruto como nunca antes lo he hecho con nadie, porque sé que le quiero y sé que me él también me quiere. Y me hace tocar el cielo varias veces en esa noche, mientras toda nuestra pasión y nuestro amor se mezclan con un haz de luz de luna que entra por la ventana, las sábanas de seda de su cama y nuestros suspiros de placer. 

2 comentarios:

  1. muero de amor!
    por favor rgracias por dedicarme el cap!
    sabía yo que el ya la queria!
    me parece sencillamente perfecta su primera vez!
    ganas mil de saber como sigue todo!
    te adoro mi niña bonita!!
    te quiero!!

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  2. ¿No puedes escribir mejor, verdad? Es IMPRESIONANTE. Y te lo digo muy en serio eh. Tu historia tiene algo que la hace especial, no sabría decirte el qué. Pero es INCREÍBLE. Me habías dicho antes que el capítulo 15 me iba a gustar. Pues no, no solo me ha gustado. ¡ME HA ENCANTADO! ¡Qué perfección, joder! Muero de amor con todos tus capítulos, pero con este mucho más. Me encanta que ya se hayan dicho que se quieren. Aunque yo ya sabía que se querían. Era obvio. Adoro la forma tan especial en la que Dani la hace suya. Es extremadamente perfecto. Muero de ganas de leer toda tu historia de golpe. Es que buff... No hay palabras para describirla. Es MARAVILLOSA. Y me ha encantado también que Cris le pique a Dani al principio del capítulo y el muy tontito se lo crea. ¡Ay pobrecito mi niño! Te quiero cosa bonita.

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