domingo, 15 de julio de 2012

CAPÍTULO 17: TENÍA QUE RECOMPENSARTE


Ese sábado también me quedé a dormir con él en su casa, no queríamos despegarnos en todo el fin de semana... La fiebre me había bajado y ya estaba perfectamente. El sábado por la noche me quedé durmiendo a las nueve de la noche, estaba cansada y no me encontraba del todo bien, así que supongo que Dani se acostaría más tarde, solía ver la NBA o cualquier deporte que echaran en la tele por la noche.
Me desperté dándole la espalda y él abrazado a mí por detrás, eran las nueve y media y decidí no despertarle, pero yo no tenía más sueño, había dormido más de diez horas...
Me levanté de la cama y me di una ducha rápida. Me vestí con mi ropa interior y una camiseta grande que cogí de mi casa el viernes. Fui hacia la cocina y desayuné un poco, el día anterior no había comido casi nada al fin y al cabo, aunque seguía sin tener hambre y no sabía por qué, nunca me había pasado eso...
Me di la vuelta y vi a Dani viniendo hacia mí sonriendo, me acerqué a él y cuando me dio un beso en la mejilla yo sonreí.
-¿Y eso que te has levantado pronto?
-No sé... No tenía más sueño y he aprovechado para ducharme.
-Vale, pues me ducho en un momento yo y hacemos algo... ¿Te encuentras mejor? -Di una vuelta sobre mí misma y sonreí-.
-Claro, ya estoy perfecta. ¡Si he tenido al mejor enfermero del mundo! -Se rió y me acarició una mano con las suyas-.
-Anda que... Vaya susto que me diste. -Agaché la cabeza-. Eh, pero que yo encantado de cuidarte, cielo. -Me levantó la cara con un dedo y me besó, yo no pude hacer otra cosa que sonreír...-

Dani se metió a la ducha y yo me puse a hacer la cama... Aunque mi propósito era deshacerla poco después.
Salió de la ducha con una toalla atada a la cintura, yo aún tenía el pelo mojado. Antes de que pudiera salir de la habitación puse un dedo en su pecho y sonreí pícaramente, él al ver mis intenciones se mordió el labio.
Le empujé hacia atrás y le pegué a la pared atrapando su labio entre mis dientes, cosa que le provocó un escalofrío. Sonreí y con mis manos recorrí todo su pecho para después pasar a besarle la clavícula, el cuello, la oreja... Fui dejando pequeños besos por todo su pecho también y él solo soltaba pequeños suspiros de vez en cuando. Me cogió la cara entre sus manos e hizo que le mirara a los ojos, y así lo hice.
-Cristina...
-No me llames así, parece que estás enfad... -No me dejó terminar la frase poniendo un dedo en mis labios-.
-Te quiero.
No me lo esperaba... Y le demostré que yo también le quería de la mejor forma posible; en forma de beso. El beso más especial, lento, largo y bonito del mundo.
Me separé de él y le cogí de la mano para conducirlo a la cama, esta vez quería llevar yo las riendas de esto y él lo sabía, y se dejó hacer. Le empujé hacia atrás con una sonrisa pícara en mi cara y cayó a la cama. Estaba apoyado por los codos y se mordía el labio inferior.
Me puse en el borde de la cama de pie y me quité la camiseta que me cubría hasta la mitad de los muslos, él soltó un suspiro y yo seguí sonriendo.
Me subí a la cama de rodillas y puse una pierna a cada lado de su cuerpo, le empujé hacia atrás para que quedara totalmente acostado y me agaché encima de él. Me acerqué a su oído y le susurré muy flojito:
-Yo también te quiero, pero ten cuidado Martínez, no vayas a enamorarte de mí...
-Creo que llegas tarde a eso, chica. -Ya respiraba entrecortadamente y sonreí al morderle la oreja del pendiente, sabía que eso le gustaba-.
Le agarré las manos y comencé a besarle ahora sí, en los labios, con mucha pasión. Entrelacé nuestras lenguas dentro de su boca y empecé a moverme encima de él.
Suspiré dentro de su boca y le acaricié el costado para acabar agarrando de nuevo su mano. Nos giró y se quitó la toalla de la cintura. Yo volví a girar para quedar encima y me senté sobre su cintura otra vez. Me incorporé y tras desabrochar mi sujetador lo lancé al suelo, él tiró de mí hacia abajo y se puso encima mío otra vez.
Bajó con sus besos por todo mi pecho y cuando llegó a mi barriga arqueé la espalda para que no parara. Tiré de él hacia arriba y volví a ponerme sobre él para moverme encima de su cintura como sabía que le gustaba.
-Quíta.te e.so... -Sonreí y me quité la última prenda de ropa que me quedaba en el cuerpo-.
Nos giró para quedar encima y comenzó a besarme el cuello con mucha pasión, dándome pequeños mordiscos que provocaban gemidos directamente desde mi garganta. Pasó una mano por debajo de mi espalda, justo por la cintura y pegó mi barriga a la suya, provocándonos un gemido a ambos. Agarré la sábana y dejé que siguiera besando mi cuello.
-Dani... ¿a qué esperas? -Al escuchar esto sonrió en mi cuello y subió a mi boca para darme un beso largo en ella. Con una mano estaba pegándome a él por la espalda y la otra la tenía enterrada en mi pelo-.
En esta posición empezó a hacerme el amor una, dos y hasta tres veces esa mañana.
Cuando los dos terminamos se dejó caer a mi lado. Agotados ya, cerramos los ojos y tratamos de calmar nuestras respiraciones. Entrelazó mis dedos con los suyos y colocó su pierna encima de la mía. Este pequeño gesto me hizo sonreír, era tan especial...
-Joder... Vaya manera de despertarse... -me reí por su comentario y hablé entrecortadamente-.
-Bueno, tenía que compensarte por el día que te di ayer, ¿no? -Se rió y me abrazó en la cama, los dos estábamos llenos de sudor habiéndonos duchado hacía apenas una hora, pero lo último que nos daba era asco el estar así-.
-Venga señorita, ahora a la ducha otra vez, que es lo que toca. -Me levanté llevándome la sábana conmigo y desde la puerta del baño le guiñé un ojo-.
-Ya... Pero no quiero ducharme solita... -No se lo pensó ni medio segundo, se levantó de la cama y me cogió por la cintura levantándome del suelo-. ¡Ahh, Dani, suéltame! -Pataleé en el aire y empecé a reírme-.
Nos metió dentro de la ducha y cerró la cortina, abrió el agua templada y me pegó contra la pared para volver a besarme.
-¿Es que quieres más, Martínez? -Asintió con la cabeza y me susurró rozando mis labios-.
-Contigo es imposible no querer más, Pedroche.
Sonreí y bajé mis manos desde sus hombros a la parte más baja de su espalda. Él hizo lo mismo y me impulsó para que me agarrara a su cintura con las piernas.
Bajo el agua de la ducha volvió a hacerme el amor, y me gustó tanto como las otras veces...

Se nos había hecho la hora de comer, así que una vez vestidos decidimos salir a comer fuera. Luego me dejó en casa, porque ya era domingo y llevaba todo el fin de semana sin estar con mis padres...

4 comentarios:

  1. La virgen... pero a estos que les dan para estar tan activos?? o bueno que te dan a ti para escribir así cari?? a mi que me traigan un Dani como este... polvazos en toda regla!
    Es que ademas no te dejas ni un detalle chica... solo puedo decir que me encanta, es muy pornoso a la vez que tierno, sobretodo tierno cuando le dice que la quiere, esos primeros te quieros que te dejan sin respiración... es maravilloso.
    Es que no puedo decir más..es perfecto!!
    Ahora es cuando me regalas a un chico así para leer tu cap verdad?? jajaja
    que te quiero bonita!

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  2. Bueno,bueno,bueno,bueno ¡por fin me he puesto al día! Prometo comentar todos a partir de ahora,tranquila.Me encanta,ya lo sabes...pero es que no te imaginas cuanto me gusta todo,su forma de tratarse,de amarse...Es tan especial,pero tan sencillo a la vez....Me encanta cada momento,cada beso,todo suena tan magico...Ains,que me enamoro yo de este Dani,ya veras.Me declaro incondicional de esta novela.
    Te quiero,princesa.

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  3. por favor! no se por donde empezar.
    me encanta la manera que tiene Cris de "compensar" el día que le dio ayer a Dani.
    me encanta como juegan en la cama y las conversaciones que tienen mientras estan a punto de hacer el amor son tan creíbles, tan espontáneas y naturales.
    me encanta en serio, has pasado de solo besitos a solo polvitos jajaja
    vale, olvida mi último comentario mejor... te quiero!!

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  4. ¡ENGANCHA! ¡ME ENGANCHA MUCHÍSIMO! Te juro que los adoro. Tu historia, jo Ana, es que así no se puede eh. Me dejas boquiabierta, sin palabras y sonriendo como una tonta. ¡Menudo capítulo! ¡Es sumamente perfecto, especial, increíble, tierno, bonito, ñoño, maravilloso y todas las palabras dulces del mundo que existen en el mundo! Me encanta que Cris le compense a Dani de esta manera. Adoro saber que están tan enamorados y que se quieren tanto. Y muero con cómo trata Dani a Cris. Son perfectos ambos. Ah, y me parece súper mono Dani que se pone nervioso y todo cuando la tiene cerca. ¡Si ya te lo he dicho, no se puede ser más tierno, ni más bonito! Definitivamente estoy enamorada del Dani de tu historia. Pero es que Cris también es súper mona. AMO a la Cris de tu hiatoria. Es la más tierna de todas. ME ENCANTA TODO, TODO, TODO. Pero quiero saber qué le pasaba a Cris... ¿A qué venían esos mareos? Espero que lo ponga en los próximos capítulos. Te quiero cosita.

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